Un estudio del Grupo de Investigación en Fisioterapia Toledo (GIFTO), liderado por el profesor Juan Avendaño Coy, ha revelado un efecto selectivo sobre las fibras nerviosas que transmiten el dolor mediante un dispositivo patentado que genera corrientes eléctricas de forma no invasiva. Este desarrollo es el resultado de años de investigación y desarrollo en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), según explican los investigadores Juan José Fernández Pérez, Diego Serrano Muñoz, Julio Gómez Soriano y David Martín-Caro.
El dispositivo ha obtenido recientemente la aprobación de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), lo que lo convierte en el primer ensayo a nivel internacional en evaluar los efectos de frecuencias elevadas de estimulación en humanos, superando las limitaciones de los dispositivos comerciales actuales, que funcionan a frecuencias más bajas. Esta innovación tecnológica es capaz de generar frecuencias superiores a 20 kHz de forma segura, marcando un hito en el desarrollo de herramientas para la investigación y tratamiento del dolor en humanos.
Los resultados del estudio, financiado por la AEMPS y el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, se han publicado en la revista Journal of NeuroEngineering and Rehabilitation. Entre las conclusiones, se destaca que la estimulación a 40 kHz incrementa selectivamente la modulación del dolor experimental sin provocar efectos secundarios o adversos significativos. Este método actúa de manera específica sobre las fibras nerviosas nociceptivas, responsables de la conducción del dolor, sin afectar a otros tipos de fibras sensitivas.
Los autores del estudio apuntan que este avance ofrece nuevas perspectivas para el manejo de patologías relacionadas con el dolor, especialmente en pacientes que no responden adecuadamente a los tratamientos tradicionales. Ya se ha iniciado un ensayo clínico para tratar el dolor neuropático en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, con resultados preliminares que son prometedores. Además, los investigadores destacan el potencial impacto clínico que el uso de este dispositivo podría tener en otras patologías de dolor crónico como el dolor radicular, el dolor muscular y el dolor postoperatorio.
