La Guardia Civil ha investigado a un hombre como presunto autor de un delito contra la seguridad vial tras ser sorprendido conduciendo a 213 kilómetros por hora en un tramo de la Autovía del Sur A-4 con una limitación de velocidad de 120 km/h. El incidente tuvo lugar el pasado 21 de diciembre de 2024, a las 11:39 horas, durante un control de velocidad realizado por agentes del Subsector de Tráfico de Ciudad Real en el kilómetro 186,500, en el término municipal de Valdepeñas.
Velocidad extrema y resultados positivos en controles de alcohol y drogas
El conductor, además de superar en más de 80 km/h la velocidad permitida, dio positivo en las pruebas de alcoholemia y drogas. En el control de alcohol, registró 0,30 mg/l en ambas mediciones, superando el límite permitido de 0,25 mg/l. Por esta infracción, se le denunció de acuerdo con el artículo 20.1 del Reglamento General de Circulación, y la denuncia fue remitida a la Jefatura Provincial de Tráfico de Ciudad Real.
Asimismo, en las pruebas de detección de drogas, el conductor dio positivo a cocaína y cannabis en un test indiciario. Esta conducta también fue denunciada por infracción al artículo 14.1 de la Ley de Seguridad Vial, que prohíbe la conducción bajo la influencia de sustancias estupefacientes.
Inmovilización del vehículo y traslado a instancias judiciales
Ante la gravedad de las infracciones, la Guardia Civil procedió a inmovilizar el vehículo del conductor en el lugar de los hechos. Las diligencias del caso han sido remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Valdepeñas, donde se determinarán las consecuencias legales.
Riesgo y medidas de prevención
Este tipo de incidentes subraya la estrecha relación entre el exceso de velocidad y el riesgo de accidentes graves. Además, el consumo de alcohol y drogas agrava la peligrosidad en la conducción, afectando la capacidad de reacción, la percepción de la velocidad y la coordinación. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), las combinaciones de alcohol y cocaína, o alcohol y cannabis, son las más prevalentes en los controles de sustancias a conductores.
La Autovía del Sur A-4, donde ocurrió el incidente, es un tramo identificado como de alto riesgo de siniestralidad grave. Por ello, la Guardia Civil mantiene dispositivos especiales de vigilancia en la zona para detectar y prevenir este tipo de conductas que ponen en peligro la seguridad vial.
Este caso se suma a los esfuerzos por reforzar las medidas de control y concienciación en las carreteras españolas, con el objetivo de reducir la siniestralidad y proteger la vida de todos los usuarios de las vías.