La tragedia marítima que cimbró Sicilia a principios de semana continúa desarrollando nuevos capítulos. James Cutfield, capitán neozelandés del yate ‘Bayesian’, ha sido oficialmente implicado en la investigación del naufragio que ocurrió frente a las costas del pueblo siciliano de Porticello. Esta desastrosa eventualidad reclamó la vida de siete personas, incluidos notables como el magnate británico Mike Lynch y Jonathan Bloomer, presidente de Morgan Stanley International.
Los servicios de emergencia italianos han dedicado vastos recursos a la búsqueda y rescate de las víctimas, realizando 123 inmersiones que llevaron al hallazgo de seis cuerpos en el lado izquierdo del yate, que reposaba inclinado en el lecho marino. Entre los fallecidos se encuentran personas cercanas a Lynch, como su hija Hannah de 18 años, su abogado Chris Morvillo y su esposa, Neda, además del presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y su compañera Judy.
Según los medios locales, a Cutfield se le ha sugerido fijar residencia en Italia y buscar representación legal en preparación para el proceso judicial que se avecina. Este nuevo desarrollo surgió después de un interrogatorio realizado el domingo, enfatizando la gravedad de la situación para el capitán del ‘Bayesian’. Hasta el momento, no se ha confirmado si otros miembros de la tripulación están siendo investigados, aunque todos se encuentran alojados en un hotel en Santa Flavia, cerca de Palermo.
El fiscal encargado del caso, Ambrogio Cartosio, ha destacado en una rueda de prensa la importancia de recuperar el yate del mar para esclarecer las circunstancias que rodearon al desafortunado acontecimiento. Cartosio también ha enfatizado que no descarta ninguna hipótesis detrás de la tragedia y que la investigación contempla delitos de naufragio culposo y homicidio culposo múltiple.
Este caso ha capturado la atención internacional no solo por la prominencia de algunas víctimas sino también por el misterio que aún envuelve las causas exactas del naufragio. La comunidad global aguarda respuestas, mientras las autoridades italianas continúan diligentemente su labor en busca de justicia para los fallecidos y sus familiares.
