Comprar una finca rústica es una excelente opción, tanto para aquellos que quieren cambiar de vida, para tenerla de descanso y recreo como para aquellos que están buscando realizar una inversión segura y rentable
No son pocos los que se sienten atraídos a día de hoy por la compraventa de fincas rústicas. Invertir en la tierra siempre ha sido una opción bastante segura, no en vano tras la crisis que se produjo cuando explotó la burbuja inmobiliaria, estas tierras apenas disminuyeron su valor, mientras que el precio de los pisos y otras propiedades cayó empicado. Ahora, que se avecina otra gran crisis global con lo tiempos convulsos que se están viviendo por la crisis del covid, la tierra sigue siendo una buena inversión por varios motivos.
Razones para comprar una finca rústica en estos momentos
Hay buenos motivos que hacen que los inversores o aquellos particulares que cuenten con algo de capital vayan hoy día a la caza de una oferta en fincas rústicas.
El comportamiento de los mercados
Este tipo de fincas ha demostrado tener un comportamiento bastante estable en cuanto a su valor en la última crisis sufrida que afectó directamente a las propiedades, por lo que todo apunta a que, de nuevo, su precio se mantendrá estable.
Las crisis no afectan al sector alimentario
Uno de los elementos ha dejado bastante claro la crisis del coronavirus es que el mundo puede pararse, literalmente, pero que el sector alimenticio seguirá su curso, de hecho, ha sido de los pocos que han salido reforzados durante el largo periodo de confinamiento.
Una finca rústica, dependiendo del uso que le quiera dar y de las condiciones técnicas y legales permite desarrollar actividades como la ganadera, la explotación agrícola, la plantación de olivares, viñedos o incluso la construcción de hostales para el turismo, tan demandados en entornos naturales en esto días, libres de contaminación y de contagios.
En este sentido, el turismo rural hace ya unas décadas que está en auge, y en esta crisis la demanda de espacios confortables en entornos silvestres y agrícolas no ha hecho más que crecer.
Qué tener en cuenta a la hora de buscar una finca rústica
Cuando se ha decidido que se va realizar una inversión en fincas rústicas en Castilla La Mancha, la comunidad donde más crece el interés por este tipo de instalaciones, lo primero que se ha de tener en cuenta y valorar detenidamente es el uso que se le quiere dar.
Uso que se le va a dar
Teniendo clara la intención del uso que vaya a tener destinada la finca, se podrá obtener una mayor rentabilidad. Por ejemplo, aquellos que tengan la intención de construir un hostal, deben de asegurarse no solo de que legalmente sea permisible, sino también si se trata de una región turística.
Aquellos que se inclinen por la explotación agrícola, en cambio, deberán elegir qué tipo de tierra quieren para sus cultivos. Desde el punto de vista de una inversión segura, las tierras de secano son las más recomendables. Son tierras abundantes, que siempre se revalorizan y se pueden conseguir a buenos precios.
Otras personas que adquieren este tipo de fincas rústicas no tienen la intención de conseguir una rentabilidad, al menos a corto plazo. Solo desean contar con un lugar para el descanso y la diversión, sin obtener rentabilidad alguna de las tierras en el presente, pero con la seguridad de haber realizado una inversión que les brinda tranquilidad para el futuro.
Localización y servicios
Otros factores que se deben tener muy presentes a la hora de realizar una inversión en una finca rústica son su ubicación, el fácil acceso para llegar a la misma, la posibilidad de contratar distintos servicios, como de luz, agua, internet… todo en dependencia del uso que se le quiera dar para elegir la que mejor se adapte a las necesidades presentes y futuras.
Cuestiones legales y fiscales
En relación a los aspectos legales, antes de dar cualquier paso de compra, se ha de comprobar que la finca rústica cumple con la legalidad. Aspectos como si cuenta con pozos legales o, en caso de estar arrendada, si está en regla el contrato, si está construida en terreno protegido…
Así mismo, hay que investigar si la finca cuenta con cargas fiscales pendientes y conocer la valoración que hace la Agencia Tributaria de la parcela. En el caso de que exista carga sobre la finca, las opciones son negociar con el vendedor para que la cancele antes de la firma o hacerse cargo de ella, pudiendo rebajar el precio en relación a la cuantía de la carga.
Contrato de compraventa
Una vez que todo se han hecho las comprobaciones pertinentes y que todo está al día, llega el momento de firmar la operación. El contrato debe recoger todos los aspectos pactados entre ambas partes. Es importante leer detenidamente el contrato y no firmar nada que no se tenga claro o no responde a lo acordado, pues aclarar o tratar de negociar algún aspecto después será mucho más complicado.