Inversión Multimillonaria en Forest City: ¿Ciudad del Futuro o Monumento al Fracaso?

Forest City, la ciudad fantasma de 100.000 millones de dólares en la que nadie quiere vivir

En medio de un paisaje exuberante y al borde del mar de Johor, en Malasia, yace una utopía moderna cuyo brillo ha comenzado a desvanecerse. Forest City, un proyecto inmobiliario valorado en 100.000 millones de dólares, fue concebido como la ciudad del futuro, un paraíso verde que prometía una vida lujosa y sostenible. Sin embargo, hoy se ha convertido en un ejemplo impactante de expectativas no cumplidas.

La construcción de Forest City comenzó en 2014 con la colaboración entre el gigante chino Country Garden y el gobierno del estado de Johor. La visión era clara: crear una ciudad ecológica, autosuficiente y equipada con la tecnología más avanzada. Prometía albergar a 700.000 residentes en cuatro islas artificiales, con conexiones eficientes a Singapur y una infraestructura de primera clase que incluiría parques, escuelas y hospitales. Durante los primeros años, las proyecciones de ventas eran altas y la demanda parecía satisfacer las expectativas.

No obstante, una serie de factores imprevistos ha transformado esta utopía en una desolada «ciudad fantasma». Entre las razones principales se encuentra la drástica reducción del número de compradores chinos debido a las restricciones impuestas por Pekín sobre la exportación de capital. Además, la introducción de nuevas políticas por parte del gobierno malasio ha creado un ambiente de incertidumbre que ha disuadido a los inversores extranjeros.

La pandemia de COVID-19 también jugó un papel crucial en este escenario. Las restricciones de viaje y la recesión económica global han resultado en una parálisis casi total en la venta de propiedades. Como resultado, Forest City, que debería estar vibrante con la vida de miles de residentes, presenta hoy vastos bloques de apartamentos vacíos, centros comerciales desiertos y calles desprovistas de tráfico.

Los pocos habitantes que se han aventurado a mudarse a Forest City se encuentran con una experiencia frustrante. Las instalaciones prometidas están en su mayoría incompletas o, en el mejor de los casos, subutilizadas. La limitada infraestructura ha generado quejas sobre la falta de servicios básicos y la poca frecuencia de transporte público. En las redes sociales, las imágenes de edificios vacíos y áreas abandonadas se han vuelto virales, intensificando aún más la percepción negativa en torno al proyecto.

Las autoridades y los desarrolladores se encuentran en una posición difícil. Mientras buscan soluciones para reactivar el interés y mejorar la habitabilidad, las pérdidas económicas siguen acumulándose. A pesar de estos desafíos, Country Garden mantiene su compromiso con Forest City, señalando que llevará tiempo alcanzar los ambiciosos objetivos establecidos, y que las inversiones a largo plazo eventualmente generarán los frutos esperados.

Forest City, que alguna vez se presentó como una revelación en el desarrollo urbano, ahora sirve como un recordatorio aleccionador de los riesgos inherentes a los megaproyectos inmobiliarios. Mientras sus vastos y vacíos edificios reflejan un cielo siempre cambiante, la pregunta persiste: ¿Será Forest City alguna vez el paraíso prometido o quedará para siempre como un monumento a la ambición desmedida?

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