El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado una inversión de 34,6 millones de euros en la modernización y transformación de regadíos, que abarcarán aproximadamente 22.000 hectáreas. Esta medida repercutirá de manera positiva en más de 16.000 agricultores de la región.
Julián Martínez Lizán, consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, ha comunicado los detalles de esta inversión durante una rueda de prensa en Albacete. Según información suministrada por la Junta en nota de prensa, la convocatoria de 2023 incluye la puesta en marcha de 68 proyectos que, junto con la contribución de las comunidades de regantes, representarán una disponibilidad total de 45,6 millones de euros.
La financiación pública cubrirá el 75% del coste, con lo que la Junta se hace cargo de tres cuartas partes de la inversión requierida para las mejoras. Estas incluyen la modernización de las estructuras de riego y la implementación de nuevas tecnologías para la puesta en funcionamiento de nuevos regadíos y la optimización de los recursos hídricos y energéticos.
Martínez Lizán subrayó la importancia de este proyecto dada la creciente preocupación por parte de los regantes por el ahorro y la eficiencia en el uso del agua, un recurso cada vez más escaso en la comunidad. La respuesta constante a estas convocatorias demuestra la necesidad de evolucionar hacia una agricultura más sostenible y tecnológicamente avanzada.
En respuesta a esta emergente necesidad, el gobierno regional ha duplicado el presupuesto inicial, que partía de 15,3 millones de euros, garantizando así mayor cobertura a los proyectos de modernización de regadíos. El consejero reafirmó el compromiso del presidente García-Page con la mejora del saneamiento y conservación del agua.
La modernización impactará de lleno en 16 regadíos convencionales que se expanden sobre 14.293 hectáreas y 48 regadíos tradicionales que cubren unas 5.654 hectáreas. Además, se pondrán en marcha más de 1.900 nuevas hectáreas destinadas al riego en la provincia de Albacete.
Un caso ejemplar de esta iniciativa es el de la Comunidad de Regantes La Mora y Los Tollos en Férez, la cual, gracias a la ayuda aprobada, llevará adelante la renovación de infraestructuras que beneficiará a 355 socios. Con una inyección de 2,4 millones de euros, esta comunidad realizará mejoras en conducciones de agua, sistemas de filtrado y en las instalaciones de almacenamiento hídrico.
El consejero Martínez Lizán ha enfatizado que este tipo de proyectos son vitales para procurar explotaciones agrícolas más eficientes, fomentar la creación de empleo y combatir la despoblación rural. La modernización de los regadíos en Férez no solo aspira a maximizar la rentabilidad sino también a consolidar población en zonas de alto riesgo de despoblamiento.