En una ceremonia sin precedentes, Donald Trump ha sido investido como el presidente número 47 de Estados Unidos en una jornada que, por el frío extremo, se vio obligada a trasladarse al interior del Capitolio. Acompañado por el vicepresidente J. D. Vance, la investidura contó con la presencia de figuras políticas y empresariales de talla mundial, incluidos Elon Musk, Jeff Bezos, Javier Milei, Viktor Orbán y Giorgia Meloni, marcando un notable espectáculo de solidaridad y poderío.
El día comenzó con un servicio religioso en la iglesia episcopal de St. John, evento al que asistió el propio Trump y su esposa Melania. Este servicio marcó el inicio oficial de las festividades, seguido por una transición simbólica con el presidente saliente que culminó en el Capitolio, lugar donde Trump juró su cargo y pronunció su discurso inaugural. Este momento no solo simbolizó el comienzo de su mandato, sino que también abrió una nueva página en la historia política estadounidense.
Entre los momentos destacados de la jornada, captó especial atención la indumentaria del senador demócrata John Fetterman, quien desafió el frío y el protocolo al presentarse con pantalón corto y sudadera. Este acto no solo fue una declaración de su estilo personal sino también una muestra de la diversidad y la evolución de las normas dentro del mundo político. Desde 2023, el Senado permite a los políticos vestir como deseen, eliminando la obligatoriedad del traje formal, y Fetterman ha sido una figura central en este cambio cultural dentro del Capitolio.
Fetterman, reconocido por su trabajo innovador como alcalde de Braddock, Pensilvania, ha sido una fuerza progresista en el Senado, promoviendo la legalización de la marihuana, el derecho al aborto y la reforma del sistema penal. Su estilo, tanto en política como en moda, ha marcado un antes y un después en el panorama político estadounidense, reforzando su imagen de político poco convencional pero profundamente comprometido con sus causas.
La investidura de Trump no solo ha sido significativa por marcar su regreso al poder, sino también por los personajes que congregó, las historias personales que resaltaron y los momentos inesperados que, juntos, tejen el complejo tapiz de la política estadounidense contemporánea. En este acto solemne, la nación no solo vio el ascenso de un presidente, sino la manifestación de un Estados Unidos diverso y en constante cambio.
