Inundaciones en Marruecos cobran la vida de 18 personas, incluido un ciudadano español

Las devastadoras lluvias que azotaron distintas provincias en el corazón de Marruecos desde el pasado viernes han cobrado la vida de dieciocho personas, incluyendo a tres extranjeros: un ciudadano español, uno peruano y otro canadiense, según informes del Ministerio de Interior marroquí. Además, cuatro individuos más se encuentran desaparecidos en medio de este desastre natural que ha sacudido al país norteafricano, dejando un rastro de destrucción en su paso.

La provincia de Tata se posiciona como la más golpeada por las inundaciones, albergando a diez de los fallecidos. Errachidia reportó tres muertes, entre ellas las del canadiense y el peruano mencionados; Tiznit y Tinghir registraron dos decesos cada uno, siendo uno de los fallecidos en Tinghir de nacionalidad española; y Tarudant lamentó una pérdida. Este lunes, el Ministerio de Interior proporcionó un balance actualizado que ofrece una visión más clara de la magnitud de las afectaciones.

El comunicado del Ministerio también reveló que 56 viviendas resultaron seriamente afectadas, con 27 de estas derrumbadas completamente. Las fuertes tormentas no solo han dejado a familias sin hogar, sino que también han causado estragos en infraestructuras vitales: ocho edificios artísticos sufrieron derrumbes parciales o totales, mientras que se reportaron daños significativos en las redes de abastecimiento de agua potable y electricidad, además de en las líneas telefónicas. No obstante, una «parte importante» de estos daños ya ha sido reparada por equipos técnicos marroquíes, quienes han trabajado incansablemente para restablecer los servicios básicos y la comunicación en las áreas afectadas.

A pesar de las circunstancias adversas, se ha logrado restablecer el tráfico en 84 de las 110 carreteras que sufrieron cortes provisionales, evidenciando un esfuerzo notable por parte de las autoridades para mitigar los efectos de las inundaciones y facilitar la movilización y asistencia en las zonas comprometidas.

La situación crítica generada por las inclemencias del tiempo fue anticipada por la Dirección General de Meteorología (DGM) de Marruecos, que el jueves anterior a la catástrofe emitió un boletín de alerta roja desde el viernes hasta el domingo para varias provincias, incluyendo Zagora, Tinghir, Errachidia, Uarzazate y Tata, y una alerta naranja para otras áreas que también resultaron afectadas.

Según declaraciones del portavoz del Ministerio de Interior, Rachid El Khalfi, las lluvias caídas en tan solo dos días alcanzaron aproximadamente la mitad del promedio anual de precipitaciones para estas regiones, superando en algunas zonas la cantidad media anual. En áreas como Tata se registraron precipitaciones de hasta 250 milímetros por hora, seguidas por Tinguir con 203 milímetros, Figuig con 114, y Uarzazate con 82, impactando un total de 17 provincias marroquíes.

Este evento meteorológico extremo ha dejado en evidencia la vulnerabilidad de numerosas comunidades ante fenómenos naturales de gran escala, recordando a las autoridades y a la población la importancia de estar preparados y contar con planes eficientes de respuesta ante emergencias.

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