En una serie de eventos que han afectado gravemente a la infraestructura de telecomunicaciones de Francia, al menos tres importantes empresas del sector reportaron actos de sabotaje durante la madrugada, dejando a ciudadanos de seis departamentos lidiando con problemas significativos de conectividad. Estos departamentos incluyen Hérault, Bocas del Ródano, Drome, Oise, Mosa y Aude, abarcando un amplio rango geográfico que va desde el sureste hasta el norte y sur del país.
La compañía de telecomunicaciones SFR fue una de las primeras en anunciar que sus cables de fibra óptica fueron cortados intencionalmente, lo que provocó desconexiones en áreas críticas, influyendo en el acceso a la internet, telefonía móvil y servicios de telecomunicaciones fijos. La secretaria de Estado Digital, Marina Ferrani, confirmó los hechos y aseguró al público que se están tomando medidas para asegurar una pronta recuperación de los servicios. Ferrani condenó los sabotajes como actos «cobardes e irresponsables», prometiendo supervisión gubernamental hasta que la normalidad se restablezca.
Además, el operador Free también reportó a Le Parisien un «incidente en la red multioperador», y a través de sus redes sociales comunicó que se encuentran trabajando arduamente para solucionar los problemas generados por este acto vandálico. A pesar de los esfuerzos, aún se desconoce el número exacto de usuarios afectados por este sabotaje.
El contexto de estos sabotajes es particularmente delicado, dada la proximidad de la celebración de los Juegos Olímpicos en París. Aunque los organizadores han confirmado que los Juegos no se han visto afectados, la situación suscita preocupaciones sobre la seguridad de las infraestructuras críticas del país. Estos eventos siguen a un incidente similar ocurrido el viernes pasado, cuando el servicio ferroviario francés sufrió un sabotaje a gran escala que resultó en cancelaciones y retrasos significativos.
El gobierno francés ha expresado su firme condena a estos actos y ha prometido acciones decisivas para proteger su infraestructura crítica y asegurar que los responsables sean llevados ante la justicia. Mientras tanto, las empresas de telecomunicaciones afectadas continúan trabajando incansablemente para restablecer por completo los servicios y minimizar las repercusiones para sus usuarios. La situación refleja una creciente preocupación por la seguridad de las redes de telecomunicaciones y la importancia de proteger estas infraestructuras esenciales contra actos maliciosos.
