En un acto sin precedentes que mezcla la protesta con la desesperación, una activista del grupo Femen ha sido detenida tras intentar sustraer la figura del Niño Jesús del belén instalado en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. La protesta buscaba atraer la atención sobre la crítica situación de más de 700.000 niños ucranianos que, según el grupo activista, han sido deportados o reubicados forzosamente en territorios controlados por fuerzas rusas.
El incidente ocurrió la mañana del pasado viernes cuando la activista de 25 años, cuyo torso desnudo mostraba mensajes desafiantes tales como “¿dónde está mi hijo?” y “Putin es un criminal de guerra”, irrumpió en el recinto con el propósito de realizar su audaz protesta. La rápida actuación de la seguridad del Vaticano logró detenerla antes de que pudiera consumar el robo de la figura, siendo posteriormente arrestada por actos obscenos en un lugar público y por agredir a uno de los agentes.
Esta acción ha sido fuertemente reivindicada por Femen, que a través de su página web, ha querido remarcar la atención sobre los alegados crímenes de guerra perpetrados por Rusia contra la infancia ucraniana. En un comunicado, la organización ha criticado la insuficiente respuesta tanto del Papa como de las Naciones Unidas frente a esta crítica situación. “Estos niños están sometidos a violencia y privados del derecho a una infancia segura», han subrayado desde Femen.
La resolución de este acto no ha pasado inadvertida, y las redes sociales han jugado un papel fundamental en la difusión del mensaje de protesta, como demuestra el tweet publicado por la cuenta News On Demand, que ha recogido amplia atención mediática.
Además, esta no ha sido la primera instancia en que activistas de Femen han protagonizado actos de protesta de este calibre en el Vaticano. Ya en 2014, otra activista logró acceder al belén de la Plaza de San Pedro en un intento de robo de la figura del Niño Jesús durante el mensaje de Navidad del Papa.
Mientras tanto, el Papa Francisco ha designado al Cardenal Matteo Zuppi para cargar con la misión de intermediar y facilitar el regreso de estos niños a su país de origen, en la esperanza de restaurar algo de paz a las vidas devastadas por el conflicto.
Este hecho, junto al triste anuncio del suicidio de Oksana Shachko, cofundadora de Femen, a los 31 años, arroja luz sobre los desafíos y tragedias vinculadas a la lucha por la justicia y la visibilidad de las atrocidades en conflictos armados, especialmente en la grave situación que se vive entre Ucrania y Rusia, donde incluso se reporta el uso exclusivo de robots de asalto por parte de Ucrania en lo que parece ser un nuevo capítulo del conflicto bélico entre estas naciones.