El Ejército israelí intensificó sus ataques aéreos sobre la Ciudad de Gaza en la noche del lunes, mientras sus tanques avanzan lentamente hacia una inminente invasión terrestre. Conforme a fuentes locales, los bombardeos se focalizan especialmente en el noroeste de la ciudad, utilizando una combinación de helicópteros, drones y robots cargados de explosivos, lo que ha generado una situación crítica para los residentes.
A medida que la presión militar aumenta, se reporta un éxodo de miles de personas que buscan escapar de la violencia desatada. Las fuerzas armadas israelíes han declarado toda la ciudad como «zona de combate peligrosa,» instando a los ciudadanos a desplazarse a una nueva «zona humanitaria» en Jan Yunis, que ya se encuentra colapsada. De la población inicial de casi un millón de personas, se estima que aún permanecen en Gaza alrededor de 650,000.
Durante los últimos días, las fuerzas israelíes han llevado a cabo una serie de demoliciones, derribando importantes estructuras de gran altura y destruyendo infraestructuras vitales. Diariamente se reportan decenas de muertes, lo que subraya la gravedad de la situación humanitaria en una de las áreas más densamente pobladas del mundo. El conflicto, que parece lejos de resolverse, sigue generando inquietud y desesperación entre los habitantes de Gaza.
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