La Inspección de Trabajo ha tomado la decisión de paralizar de forma inmediata todas las actividades que impliquen la manipulación, el contacto y la exposición al formaldehído en la sala de tallado del laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario de Toledo. Esta medida, que no afecta el procesado y análisis de muestras intraoperatorias, se ha implementado tras una reunión entre el equipo directivo del hospital y representantes de la Inspección.
El Hospital Universitario de Toledo ha comunicado que se encuentra desarrollando un plan de contingencia que incluye recursos internos y externos, con el objetivo de asegurar que la actividad asistencial se mantenga sin alteraciones significativas. Por su parte, los sindicatos han expresado su preocupación por la situación, subrayando la falta de medidas adecuadas por parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).
Según la notificación oficial, la paralización se mantendrá hasta que la administración del hospital implemente las medidas preventivas necesarias para salvaguardar la salud de los trabajadores expuestos al formaldehído. La Gerencia del centro ha afirmado que ha actuado con total transparencia, informando a los profesionales sobre las acciones correctivas y las evaluaciones realizadas, y ha convocado una nueva reunión del Comité de Salud Laboral para el próximo jueves.
El gobierno regional ha señalado que, desde el 26 de noviembre, se han estado llevando a cabo análisis y mediciones constantes en las instalaciones del hospital para garantizar la seguridad laboral. Esos esfuerzos son parte de un esfuerzo mayor que incluye el monitoreo diario de las condiciones ambientales en varias áreas del hospital, así como la intervención de empresas externas para evaluar los niveles de agentes químicos.
A pesar de estas acciones, los sindicatos han denunciado la falta de medidas organizativas y preventivas efectivas. Este lunes, los trabajadores del servicio de Anatomía Patológica encontraron un aviso que informaba de la paralización de las actividades en la sala de tallado, lo que, según ellos, es un reconocimiento del riesgo grave para la salud que enfrentan los empleados. Han criticado la gestión del Sescam, afirmando que ha minimizado los peligros del formaldehído, a pesar de varios diagnósticos y la creciente preocupación sobre la salud de los trabajadores.
