El año 2023 marca un hito en Castilla-La Mancha en cuanto a la concienciación sobre decisiones médicas futuras y la donación de órganos. Durante este año, se ha registrado un número récord de inscripciones en el Registro de Voluntades Anticipadas de la comunidad autónoma, alcanzando las 1.774, con un notable incremento en todas sus provincias, a saber: Albacete (451), Ciudad Real (421), Toledo (342), Guadalajara (333) y Cuenca (227).
Desde su implementación en octubre de 2006, hasta el cierre del año 2023, el registro ha visto 11.982 declaraciones, de las cuales un 62,92% corresponden a mujeres y un 37,08% a hombres. La edad de los otorgantes muestra una tendencia a la alza, con una edad mediana que ha ido ascendiendo desde los 48 años en 2007 a superar los 54 desde el año 2014, ubicándose en 61 en 2023.
La mayoría de las declaraciones se han realizado ante funcionarios del registro (97,76%), en comparación con un pequeño porcentaje que optó por hacerlo a través de notario (1,56%) o ante tres testigos (0,68%). Es significativo además que dos tercios de los otorgantes han nombrado a al menos un representante para que actúe como intermediario con el personal sanitario si resultase necesario.
El altruismo también se refleja en la disposición a la donación de órganos, con un incremento que ha llevado a que el 63,30% de los inscritos en 2023 estuvieran dispuestos a donar sus órganos después de su muerte. Esta cifra supera la tendencia previa, manteniéndose por encima de la media. Además, el 13,19% ha manifestado la voluntad de donar su cuerpo para la investigación y la enseñanza.
La Declaración de Voluntades Anticipadas permite que una persona exprese de antemano sus deseos respecto a los cuidados y tratamientos médicos que desearía recibir o no en caso de ser incapaz de expresarse. Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica de regulación de la eutanasia el 25 de junio de 2021, al cierre de 2023, el 56,97% de las declaraciones incluían la petición de asistencia para morir conforme a la ley.
Es relevante destacar que la Declaración de Voluntades Anticipadas es vinculante para los profesionales sanitarios y prevalece sobre las opiniones de familiares y allegados, garantizando así que los deseos del otorgante sean respetados en situaciones críticas en las que no pueda comunicarse. El documento puede ser modificado o revocado en cualquier momento reflejando una flexibilidad que permite a las personas adaptar sus instrucciones a posibles cambios en sus opiniones o circunstancias personales.