En una intrigante mezcla de emociones y conflictos, el último episodio de «La Promesa» ha dejado a la audiencia al borde del asiento, evidenciando que los dramas de época pueden ser tan envolventes como cualquier thriller contemporáneo. La producción de TVE, que se emite de lunes a viernes a las 17:50 horas, ha conseguido tejer una trama que involucra celos, manipulación y secretos oscuros, todo ambientado en un palacete cordobés que parece albergar más sombras que luces.
El personaje de Eugenia, cuya estabilidad emocional ha sido comprometida por la despiadada Leocadia, se encuentra en un punto de inflexión crítico. Convencida de que Catalina siente celos de su vínculo con los bebés, Eugenia se ve inmersa en un dilema que promete derivar en desgracias impredecibles. Este martes, 3 de junio, el episodio reveló cómo Catalina, enfrentando el apego excesivo de Eugenia hacia sus hijos, toma una decisión drástica para proteger a su familia. La promesa de acciones por venir mantiene a los espectadores en vilo, preguntándose hasta dónde podría llegar Eugenia en su estado de confusión y desesperación.
A través de un elenco que incluye a Xavi Lock, Arturo García Sancho e Isabel Serrano, la serie ha logrado explorar la complejidad de sus personajes con maestría. La trama se enriqueció aún más en el episodio anterior, mostrando cómo la dinámica entre los personajes puede oscilar entre el apoyo mutuo y la traición más dolorosa. El intento de María Fernández de exponer públicamente a Petra, en un clima donde Samuel enfrenta su excomunión, ha añadido capas de tensión y drama, ensanchando el abismo entre los personajes.
En el avance del capítulo 608, intrigas y revelaciones se entretejen magistralmente, como la negativa de Petra a aceptar las acusaciones contra ella y la defensa de su inocencia por parte del sacerdote. A su vez, la confesión de Catalina a su marido acerca de una dolencia fingida para mantener a Emilia cerca, y la posterior felicidad de Rómulo al saber que la enfermera se quedará, añaden matices de esperanza y complicidad familiar. Sin embargo, es el misterio del descubrimiento de Pía sobre la muerte de su hermana y el alarmante final del episodio, con la desaparición de Andrés de su cuna, lo que promete mantener a los espectadores en ascuas hasta el próximo episodio.
«La Promesa» se ha establecido como un festín emocional para los amantes de las series de época, demostrando que las historias de amor, odio y redención son atemporales. Con un reparto que da vida a personajes complejos y una trama que no se detiene ante nada, la serie de TVE continúa siendo un imperdible para los seguidores del género.