En un nuevo capítulo de tensiones en la península coreana, Corea del Norte ha anunciado el exitoso ensayo de una nueva arma hipersónica con capacidad nuclear. Al mismo tiempo, Seúl denuncia el lanzamiento de 200 proyectiles por parte del régimen de Pyongyang cerca de la costa oeste. Este aumento de hostilidades se suma a una acción de guerra psicológica sin precedentes: la liberación de globos desde Corea del Norte hacia el sur, cargados de desechos y propaganda.
Los habitantes de las zonas fronterizas en Corea del Sur se han encontrado en días recientes con una vista poco común, aunque desagradable: globos sobrevolando la frontera, portando bolsas repletas de basura y heces. Según reportes de «The Guardian», y corroborados por imágenes distribuidas por el ejército surcoreano, algunos de estos globos han aterrizado, dispersando su insalubre carga sobre territorio surcoreano. En una clara violación del derecho internacional, estas bolsas, claramente marcadas con la palabra “excremento”, representan un nuevo nivel de provocación por parte de Corea del Norte.
Aunque estos artefactos no parecen constituir una amenaza biológica directa, el gobierno de Seúl ha tomado medidas precautorias. Se ha informado a los residentes sobre los procedimientos a seguir en caso de hallar más globos, mientras que unidades especializadas del ejército, incluyendo artillería explosiva y equipos de respuesta a la guerra química y biológica, han sido desplegados para recolectar y analizar los objetos hallados.
Este bizarro método de «ataque» parece ser una represalia directa a acciones previas por parte de Corea del Sur, donde activistas y desertores norcoreanos lanzaron panfletos anti-norcoreanos a través de la frontera. Estos actos, que han incluido el envío de memorias USB con contenido cultural prohibido en el Norte, como vídeos de K-pop, indican un largo historial de intercambio provocativo entre las dos Coreas, que se extiende a lo largo de las décadas, e incluso durante la reciente pandemia de covid-19, con el envío de mascarillas y panfletos.
La tensión entre las dos Coreas es un tema recurrente en la geopolítica del noreste asiático, alimentado por actos de agresión y propaganda. Este último episodio refuerza la sensación de desasosiego en una región ya marcada por la incertidumbre. El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur ha condenado enérgicamente estas acciones, calificándolas de «inhumanas y vulgares», y ha solicitado a Corea del Norte el cese inmediato de tales hostilidades. Sin embargo, queda por ver si este llamado tendrá algún efecto sobre el comportamiento del régimen de Kim Jong-un, en un contexto de relaciones internacionales cada vez más complejo y volátil.
