La última edición de Supervivientes 2025 vivió un imprevisto episodio durante su debate dominical. Una tormenta de gran magnitud azotó la zona de grabación, obstaculizando el desarrollo del programa y forzando a posponer segmentos cruciales como el juego de líder y las nominaciones. Este evento no solo interrumpió la dinámica del concurso, sino que también elevó la tensión entre los concursantes.
La borrasca, que fue empeorando a medida que avanzaba la noche, dejó secuelas no solo físicas en el entorno, sino también emocionales entre los participantes. Conflictos como el encontronazo entre Montoya y Anita con el resto de los supervivientes dominaron la noche, desplazando la atención del juego de líder y las nominaciones previstas.
Imágenes impactantes de la tormenta sobre la Palapa y la playa donde se realizan los juegos fueron compartidas, dando testimonio del deterioro que provocó la naturaleza esa noche. Incidentes adicionales vinieron a sumarse a la complejidad del momento: Borja se vio afectado emocionalmente por un accidente de Álex Adrover, mientras que Pelayo expresó su tristeza por la eliminación inesperada de Damián Quintero.
Ante esta situación, Laura Madrueño, encargada de comunicar las noticias dentro del programa, anunció la imposibilidad de continuar con las actividades planificadas, posponiendo el juego de líder y las nominaciones para la próxima emisión Tierra de nadie, esperando mejores condiciones climáticas para su realización.
Este cambio repentino en la escaleta obligó a la dirección del programa a aplazar dos de los momentos más esperados, una decisión que, aunque necesaria, defraudó a muchos seguidores del reality show de Telecinco. A través de un tweet, el programa informó oficialmente sobre el retraso, buscando mantener informada a su audiencia y prometiendo compensar lo ocurrido en la siguiente transmisión.
En medio de estos eventos, Sandra Barneda aprovechó para informar brevemente sobre el estado de Álex, quien sufrió una lesión en la rodilla durante una prueba de recompensa, indicando que su continuidad en el concurso quedaba en suspenso hasta una evaluación detallada por parte de los especialistas.
Supervivientes 2025 ha demostrado una vez más la imprevisibilidad que caracteriza al reality, enfrentando no solo los desafíos propios de la supervivencia sino también los embates de la naturaleza. La audiencia, fiel a su cita, deberá esperar al próximo martes para descubrir cómo se desarrollarán los eventos pospuestos y cómo afectarán estos al curso del programa.