Iñigo Tizón, chef del Bar Gran Sol en Hondarribia-Gipuzkoa, ha sido nombrado Chef Medieval del año 2024 tras ganar el XVI Concurso de Pinchos y Tapas Medievales, que se llevó a cabo este sábado en el Palacio de los Josefinos, situado en el Callejón de los Infantes de Sigüenza. Su pincho ganador, titulado ‘Sarandonga’, se presenta como un trampantojo que imita un arroz con leche dulce, pero en realidad consiste en arroz con bacalao, lo que da origen a su nombre.
El chef había sido finalista en el Campeonato de Pinchos de Euskadi esa misma semana y comentó que esta victoria corona unos días «intensos, pero muy gratificantes». Tizón expresó su aprecio por la ciudad guadalajareña, donde ya había estado en 2015 gracias a la hospitalidad de la familia García Verdes en su restaurante, La Granja de Alcuneza. «Desde entonces mantenemos con ellos una relación de amistad, que se ha fortalecido en este 2024. Nos hemos sentido como en casa», añadió el galardonado.
El Bar Gran Sol ha tenido un destacado historial en el concurso de Pinchos Medievales, ganando en seis ocasiones previas y sumando ahora su cuarta victoria en el Concurso Internacional. «El triunfo es una gran alegría que refrenda nuestro trabajo», aseguró Tizón, quien también subrayó la importancia de las relaciones personales entre los cocineros. Además del diploma, el premio incluye una dotación económica de 500 euros, según La Red de Ciudades y Villas Medievales.
El segundo premio del concurso fue otorgado a Jorge Ruiz Luzuriaga, chef de Bar Restaurante Florida en Estella-Lizarra (Navarra), por su ‘Nevero Medieval’. Ruiz expresó su satisfacción y emoción, resaltando «el alto nivel de elaboraciones» presentes este año. “Hemos sido bien recibidos y acogidos”, afirmó, y destacó la importancia de dar a conocer los productos locales a través de estas competiciones.
Sergio Bajá, del Restaurante Bajá en Pelegrina-Sigüenza, conquistó el premio a la originalidad con su pincho ‘Hormiga Pelegrina y tortilla de torreznillos de papada y ajo negro’. Bajá manifestó su orgullo por el reconocimiento recibido y la relevancia del concurso para promover ciudades y localidades como Su localidad.
La alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, declaró que el Concurso Internacional de Pinchos Medievales «nunca defrauda», y subrayó la buena relación existente entre los cocineros y los equipos de gobierno que forman parte de la Red. Según Merino, la celebración responde a la conmemoración del IX Centenario de la ciudad.
Por su parte, Estitxu Urtizberea, teniente alcalde del Ayuntamiento de Hondarribia, destacó que el concurso fomenta el intercambio entre las ciudades y crea lazos entre los cocineros. Urtizberea mencionó que el evento ayuda a extender la cultura del pincho a nuevas áreas geográficas de España.
El jurado, compuesto por expertos del ámbito gastronómico, coincidió en que el nivel de los pinchos era muy elevado, lo que hizo difícil la decisión. Según Juan Francisco Chavarría, portavoz del jurado, la decisión sobre la tapa ganadora fue unánime debido a la excepcional ejecución del plato y el respeto hacia la materia prima utilizada. El concurso fue conducido por Rubén Urbano, jefe de cocina del Parador de Sigüenza, quien aportó un toque de humor y profesionalismo al evento.