El próximo lunes 8 de octubre dará comienzo una nueva temporada de caza en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, la cual estará enfocada en el control de algunas especies debido a su situación de sobreabundancia. Entre estas especies se encuentran el jabalí, los ungulados y la cabra montés.
La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha informado a los medios en una rueda de prensa sobre las medidas que se implementarán para controlar la población de estas especies en determinadas zonas de la región. De acuerdo a Gómez, se establecerán medidas adicionales, las cuales ya se encuentran plasmadas en la orden de vedas de la región.
La sobreabundancia de determinadas especies es un problema que ha sido identificado por el departamento de Desarrollo Sostenible. Es por ello que se hace necesario tomar acciones para regular su población y mantener el equilibrio en el ecosistema. La consejera ha hecho un llamado a los cotos de caza para que cumplan con su responsabilidad en materia cinegética.
Es importante destacar que en Castilla-La Mancha existen alrededor de 150.000 licencias de caza y nueve cotos sociales. Recientemente se ha sumado uno más en La Puebla de Don Rodrigo, el cual cuenta con 13.000 hectáreas destinadas a coto social. Esta temporada de caza permitirá mantener aproximadamente 14.000 empleos relacionados con el sector cinegético en la región, lo cual contribuye a un valor económico cercano a los 600 millones de euros.
La caza, además de ser una actividad tradicional en Castilla-La Mancha, también es una importante fuente de ingresos y empleo para la región. La regulación de las especies con sobreabundancia busca no solo evitar daños al ecosistema, sino también promover el desarrollo sostenible de la actividad cinegética y garantizar su continuidad a largo plazo.
En conclusión, la próxima temporada de caza en Castilla-La Mancha estará enfocada en el control de algunas especies para evitar su sobreabundancia. El departamento de Desarrollo Sostenible ha establecido medidas adicionales que deben ser cumplidas por los cotos de caza. Esta actividad económica, además de su valor cultural y tradicional, genera empleos y contribuye significativamente a la economía regional.
