El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) ha hecho pública en su última edición de viernes la decisión de la Viceconsejería de Cultura y Deportes de iniciar el expediente de declaración como Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, para el Pozo de Nieve de Villajos, situado en Campo de Criptana, Ciudad Real.
La importancia histórica de este pozo de nieve queda patente en el hecho de que su primera referencia documental fue encontrada en las Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752. De acuerdo con dichos documentos, fechados el 12 de diciembre de ese año, el pozo está ubicado a media legua de la villa de Campo de Criptana y reconocido como propiedad de la Cofradía del Santísimo Cristo de Villajos.
Este pozo es resaltado por ser uno de los ejemplos mejor conservados de la provincia de Ciudad Real. Posee una estructura cilíndrica de planta circular, con un diámetro interior de 6,10 metros, y sus paredes verticales están forradas con un sólido muro de mampostería de piedra caliza, el cual está enlucido con yeso pardo. No existen indicios de un acceso fijo al pozo, lo que lleva a concluir que se utilizaban escaleras de mano de madera para descender a él.
La conservación del pozo permite apreciar su profundidad máxima de 7,40 metros. El fondo está equipado igualmente con yeso y cuenta con catorce canales radiales que confluyen en un pequeño pozo de decantación, el cual dispone de un desagüe para la eliminación de los aguas. Este sistema de drenaje presenta canales de mampostería de trazado rectilíneo y de planta trapezoidal, cuyas longitudes varían entre 2,93 metros y 1,37 metros.
Asimismo, en la parte superior se sugiere, apoyándose en hallazgos arqueológicos, que la estructura podría haberse completado con una falsa cúpula sobre la cual se erigiría un edificio de forma cuadrada. En el entorno exterior, excavaciones e investigaciones han revelado una amplia área pavimentada que habría servido para mantener limpio el entorno del pozo y los fundamentos de una estructura cuadrangular levantada con bloques de caliza y yeso.
Este reconocimiento como Bien de Interés Cultural destaca el valor histórico y arquitectónico del Pozo de Nieve de Villajos, así como la importancia de su conservación y estudio. La resolución es un paso adelante para asegurar la protección de este patrimonio y una invitación a profundizar en el conocimiento de las prácticas históricas asociadas a estas construcciones.