Ciudad Real vibra con su cantera: arranca con éxito el campus de baloncesto que une a jóvenes deportistas de toda la ciudad
En un verano cargado de actividades, Ciudad Real demuestra una vez más su pasión por el deporte con el inicio de su campus de baloncesto, una iniciativa que no solo fomenta la diversión y la disciplina, sino que también une a la juventud en un espíritu de camaradería y crecimiento personal.
Este fin de semana, las instalaciones del Polideportivo Rey Juan Carlos se llenaron de energía y entusiasmo. La jornada fue inaugurada por Pau Beltrán, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Ciudad Real, quien expresó su satisfacción por cómo esta actividad, organizada por el Patronato Municipal Deportes y coordinada por el Basket Cervantes Ciudad Real, ha ido creciendo año tras año. Desde su primera edición en 2019, el campus ha visto un aumento constante en el número de participantes —de 90 a más de 200 niños que disfrutan del baloncesto en verano.
Javier Barba, coordinador de categorías inferiores del club, compartió con entusiasmo la evolución del campus, destacando que "los chavales se lo pasan bien". Para él, el éxito radica en la buena organización, la calidad de los entrenadores y la dirección técnica de Carlos, quien ha perfeccionado cada aspecto del programa. "El principal objetivo es que los niños se diviertan, que disfruten del deporte y que, además, aprendan los fundamentos técnicos", afirmó.
Lo que hace especial a este campus es su capacidad para congregar a la cantera de toda la ciudad, permitiendo que jóvenes que en invierno pueden ser rivales compartan espacios de entrenamiento, forjen nuevas amistades y resalten los valores del deporte en un ambiente de cooperación y respeto mutuo. Barba subrayó que, tras sesiones matutinas de entrenamiento, los niños se refrescan en la piscina local, disfrutando del buen clima y del descanso necesario para recargar energías. Muchos permanecen en la instalación hasta la tarde, listos para continuar disfrutando del baloncesto y, en algunos casos, compartir la comida con sus amigos y entrenadores.
Este campus, que comenzó sus actividades a las 9 de la mañana, ejemplifica cómo el deporte puede ser una herramienta para la formación integral, promoviendo no solo habilidades físicas, sino también valores como la amistad, la disciplina y la ilusión por superarse. "Queremos que los chicos se ilusionen con el baloncesto y que quieran seguir en este camino", concluyó Barba, un objetivo que parece estar plenamente logrando.
La pasión por el deporte en Ciudad Real no se detiene aquí; con iniciativas como esta, la ciudad reafirma su compromiso de ofrecer espacios donde los jóvenes puedan crecer, aprender y, sobre todo, disfrutar de su niñez y adolescencia en un entorno saludable y enriquecedor.
Este verano, la energía y el espíritu de equipo inundan Ciudad Real, haciendo de cada jornada un paso más hacia un futuro lleno de talento, amistad y pasión por el baloncesto.