En un acto sin precedentes que marcó la pauta de cómo despedirse con estilo de la pantalla chica, la tarde del pasado miércoles ha quedado grabada en la memoria colectiva de los seguidores de la Televisión Española. La corta pero intensa vida de «La familia de la tele» ha finalizado con una ceremonia inspirada en los rituales funerarios del Antiguo Egipto, un evento que simboliza tanto el fin de este proyecto televisivo como el continuo ciclo de la vida y la televisión.
Esta despedida atípica se produce tras el cierre de «Sálvame», un programa que, después de 14 años, se despidió quemando símbolos representativos de su largo recorrido junto al público. En contraste, «La familia de la tele» optó por agradecer a la audiencia sus 45 días de seguimiento, a pesar de no haber conseguido el respaldo esperado por parte de los espectadores de la cadena pública.
La ceremonia destacó por su originalidad, con momentos tan insólitos como ver a Inés Hernand y Aitor Albizua introduciendo a María Patiño en un sarcófago egipcio, junto con Víctor Sandoval y otro miembro del equipo cuya presencia reclamaba la vuelta a la esencia de los contenidos de La Osa Producciones. La audiencia se quedó atónita cuando uno de los ataúdes se abrió sorpresivamente, revelando a una asfixiada María Patiño que logró escapar de su confinamiento egipcio, huyendo en pleno acto fúnebre y generando caos en los últimos minutos del programa.
Este último acto reflejó la capacidad del equipo de «La familia de la tele» para reírse de sí mismos, reconociendo sus fallos pero también resaltando el disfrute y la pasión con la que llevaron a cabo su trabajo, aun cuando las críticas y la baja audiencia parecían jugar en su contra. Era un guiño a su breve pero memorable paso por la televisión más antigua de España, en un evento que ha combinado la despedida, el reconocimiento y el espectáculo de una manera nunca antes vista.
Este adiós deja tras de sí un precedente en cómo un programa de televisión puede cerrar su ciclo con dignidad, creatividad y un toque de humor, a pesar de los desafíos enfrentados. «La familia de la tele» no solo ha marcado el final de una era sino que también ha mostrado que incluso en la despedida hay espacio para la innovación y la celebración de lo vivido.
