El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha anunciado durante su visita a la empresa agroalimentaria Incarlopsa en Tarancón (Cuenca), que desde su ministerio se buscará «flexibilizar los criterios» de la segunda convocatoria de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Agroalimentarios. El objetivo de este ajuste es que la convocatoria «gane en capilaridad» y que sea posible presentar «proyectos individuales de empresas» con montos «algo menores», permitiendo así un mayor impacto territorial en el desarrollo de la industria.
Hereu, que estuvo acompañado en su visita por el alcalde José López Carrizo, el director general de Empresas del Gobierno regional, Javier Rosell, y el consejero de Incarlopsa, Jesús Loriente, expresó que es fundamental «persistir en esta política» para fomentar el crecimiento armónico del territorio y la fijación de población fuera de las grandes concentraciones urbanas.
La primera convocatoria del PERTE Agroalimentario significó una inversión de 182 millones de euros en la transformación de la industria, mientras que la segunda convocatoria prevé una asignación de «un mínimo de 300 millones», repartiendo 100 millones en subvenciones y 200 en financiación.
Respecto a Incarlopsa, Hereu describió a la empresa como un «ejemplo emblemático». La compañía no solo es líder en su sector, sino que también está inmersa en un proceso de mejora en eficiencia energética y digitalización. Destacó que la industria agroalimentaria es de gran importancia para España, aportando más del 2,5% del PIB nacional.
El director general de Empresas del Gobierno de Castilla-La Mancha, Javier Rosell, reconoció a Tarancón como un «territorio industrial» clave en la región y enfatizó la importancia del PERTE como «motor y un impulso a la actividad» en la zona.
Por su parte, el alcalde López Carrizo resaltó la relevancia económica de la industria agroalimentaria para Tarancón, la cual llega a representar «casi el 70 o el 80 por ciento» del PIB local. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de obtener «apoyo y ayuda» del ministerio para seguir creciendo y desarrollando la región desde un punto de vista logístico e industrial.
Con este impulso hacia la flexibilización de los PERTE Agroalimentarios, el gobierno busca no solo una recuperación económica, sino también un desarrollo más equitativo del territorio nacional.