En las últimas horas, India ha hecho una convocatoria al embajador británico Alex Ellis, debido a lo que considera una «total ausencia de seguridad» en las instalaciones diplomáticas indias en Londres. Al parecer, «elementos separatistas y extremistas» del movimiento sij de Jalistán lograron entrar en las instalaciones, incluso llegando a sustituir la bandera del país por una del grupo.
Este incidente ha generado una gran polémica, no solo en India sino también en el Reino Unido y otros países del mundo que se han pronunciado al respecto. El gobierno indio ha expresado una condena enérgica hacia el movimiento sij de Jalistán, al que acusa de llevar a cabo actos violentos y separatistas en el Punjab.
Por su parte, las autoridades británicas han expresado su preocupación por el incidente en cuestión y han destacado la importancia de garantizar la seguridad de todas las instalaciones diplomáticas dentro de su territorio. Según han informado, se están llevando a cabo investigaciones para identificar a los responsables y tomar medidas adecuadas.
No obstante, la situación ha generado diversas opiniones en el Reino Unido y otros países. Por ejemplo, algunos sectores de la sociedad británica han señalado que este incidente es una muestra de la existencia de un grupo minoritario que busca el separatismo y que no debería ser considerado como representante del colectivo sij. Además, han denunciado que este tipo de acciones no tienen ningún tipo de justificación y solo generan malestar y tensión entre las comunidades.
Por otro lado, también hay quienes han criticado la postura del gobierno indio y lo han acusado de negar el derecho a la autodeterminación del pueblo sij. Según ellos, la situación de esta minoría en India es complicada y está marcada por la discriminación y la falta de derechos, algo que debería ser revisado y corregido por las autoridades del país.
En cualquier caso, lo cierto es que el incidente en las instalaciones diplomáticas indias en Londres ha puesto de manifiesto la necesidad de garantizar la seguridad y la protección de todas las embajadas y consulados, independientemente de su ubicación geográfica y de los posibles conflictos políticos que puedan existir.
Además, es importante que se trabaje en la promoción del diálogo y el entendimiento entre los diferentes grupos y comunidades, y se fomente la convivencia pacífica y el respeto a los derechos humanos. Solo de esta forma se podrá avanzar hacia un mundo menos dividido y más justo para todos.