En un reciente desarrollo que intensifica aún más las tensiones en la región, un ataque ucraniano efectuado con drones provocó un incendio de grandes magnitudes en la refinería de petróleo de Novoshajtinsk, considerada la más importante del sur de Rusia. El incidente fue confirmado por Yuri Sliusar, el gobernador en funciones de la región meridional rusa de Rostov, quien detalló que la ofensiva ocurrió durante la noche y se caracterizó por el uso de más de treinta drones y tres misiles.
La refinería, clave en la infraestructura energética rusa, se vio severamente afectada, aunque los bomberos lograron extinguir las llamas varias horas después del ataque. A pesar de los esfuerzos de las defensas antiaéreas rusas, que interceptaron la mayoría de los drones, el incidente resultó en daños significativos. Sliusar no proporcionó detalles exactos sobre la magnitud de los daños ni las posibles repercusiones a largo plazo para la planta, construida entre 2005 y 2009 y que ya había sido blanco de un ataque similar en junio de 2022.
Además del impacto en la infraestructura petrolera, se reportó que los fragmentos de un dron hirieron a una persona en un pueblo cercano a Rostov, capital de la región, poniendo de relieve los riesgos civiles asociados con la escalada de hostilidades.
Este ataque no es un evento aislado, sino parte de una serie de ofensivas que han recrudecido en varios puntos de la frontera entre Ucrania y Rusia. El Ministerio de Defensa de Rusia informó sobre la interceptación de un total de 84 drones ucranianos en una sola noche sobre siete regiones del país, incluida la región de Rostov, donde se derribaron 36 aparatos.
Este reciente ataque contra la refinería de Novoshajtinsk subraya la creciente intensidad y sofisticación de las tácticas ucranianas en el conflicto. Utilizando drones y misiles, Ucrania parece estar ampliando el alcance de sus operaciones, apuntando a infraestructuras críticas más allá de las líneas del frente. El incidente no solo resalta las vulnerabilidades de importantes activos industriales rusos, sino que también sugiere un posible cambio en la estrategia militar ucraniana, enfocándose en objetivos que pueden tener profundos impactos económicos y logísticos en Rusia. La situación en la región sigue siendo volátil, y el mundo observa atentamente cómo evolucionan estos eventos en el marco de un conflicto que continúa extendiéndose y mostrando poco signo de resolución pacífica en el corto plazo.