En una acción no autorizada que recalca la tensión en la frontera entre Israel y Líbano, una brigada del Ejército israelí lanzó panfletos en el sur de Líbano el domingo, instando a los residentes locales a abandonar sus hogares. El gesto, realizado sin la aprobación de los superiores de la brigada, es reflejo de un pico de intensidad en los conflictos entre Israel y el grupo chií Hizbulá, marcando una escalada en sus enfrentamientos desde octubre.
La brigada 769 del Comando Norte de Israel fue la responsable de distribuir dichos panfletos sobre la localidad libanesa de Al Wazzani, utilizando drones para llevar a cabo la operación. Este acto se produce en un contexto de intercambios de fuego recíprocos en la región, con Israel detectando y respondiendo a lanzamientos de proyectiles desde la mencionada localidad libanesa en las semanas anteriores.
Desde el 8 de octubre, la tensión entre Israel y Hizbulá ha ido en aumento, con este último lanzando ataques en solidaridad con las milicias palestinas de la Franja de Gaza. Tan solo en la mañana del domingo, el ejército israelí identificó alrededor de 40 proyectiles lanzados desde Líbano, dirigidos a zonas en la Alta Galilea y los Altos del Golán, siguiendo a otros 55 detectados el día anterior, aunque sin causar víctimas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha prometido acciones para «devolver a los residentes a salvo a sus hogares», mientras que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, señaló un cambio de enfoque hacia el norte del país, indicando que las «misiones» de Israel en Gaza están cerca de completarse. La grave situación ha llevado a que aproximadamente 60,000 personas vivan evacuadas, distribuidas en hoteles o con familiares a lo largo de Israel.
En los 11 meses que dura este intercambio de hostilidades, más de 650 personas han perdido la vida en ambos lados de la frontera, con una mayoría significativa del lado libanés, incluidas alrededor de 400 bajas de Hizbulá, algunas de ellas en Siria. Israel, por su parte, ha lamentado la pérdida de 50 personas en su territorio, entre ellas 24 militares y 26 civiles, con 12 menores fallecidos en un ataque en los Altos del Golán ocupados.
Este incidente, aún bajo investigación, destaca la volátil atmósfera y la constante amenaza que persiste en la frontera norte de Israel, en un contexto de creciente frustración e inestabilidad regional.