En la época estival, muchas familias disfrutan de tener una piscina en casa, un oasis refrescante para escapar del calor. Sin embargo, el mantenimiento del agua de la piscina es crucial para garantizar la salud y seguridad de los bañistas. Uno de los problemas comunes es mantener el equilibrio del pH. Un pH demasiado bajo puede resultar en agua corrosiva, irritaciones en la piel y los ojos, así como daños en la estructura de la piscina.
Algunos propietarios de piscinas están recurriendo a remedios caseros para subir el pH del agua, buscando soluciones más económicas y naturales. Entre los métodos más populares se encuentra el uso de bicarbonato de sodio, un producto que suele estar presente en la mayoría de los hogares.
El bicarbonato de sodio actúa como una base, lo que lo convierte en una opción eficaz para neutralizar el ácido y elevar el pH del agua de la piscina. La cantidad exacta de bicarbonato necesaria depende del tamaño de la piscina y del grado de acidez del agua. En general, se recomienda añadir alrededor de 1.5 libras (aproximadamente 0.7 kilogramos) de bicarbonato de sodio por cada 10,000 galones de agua para subir el pH en aproximadamente 0.1 unidades.
Otro método casero incluye el uso de ceniza de madera, una alternativa menos conocida pero igualmente efectiva. La ceniza de madera contiene potasio y carbonatos que ayudan a aumentar el pH. Sin embargo, este método requiere un poco más de precaución, ya que la ceniza debe ser tamizada cuidadosamente para evitar introducir impurezas en el agua.
Aunque estos remedios caseros pueden ser útiles en una situación de emergencia, los expertos recomiendan siempre monitorizar regularmente los niveles de pH y alcalinidad del agua utilizando kits de prueba específicos para piscinas. Mantener esos niveles dentro del rango recomendado (un pH de 7.2 a 7.8 y una alcalinidad de 80 a 120 ppm) no solo asegura el bienestar de los usuarios, sino que también protege los sistemas de filtración y previene el crecimiento de algas.
Pese a que el uso de soluciones caseras puede resultar tentador, es crucial consultar a un profesional del mantenimiento de piscinas antes de implementar cualquier cambio. Un enfoque adecuado y bien informado no solo contribuirá a una temporada de natación más placentera, sino también a la longevidad y el buen estado de la piscina.