En Sevilla, el ambiente solemne de la Procesión Magna, que cerraba el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, se vio salpicado por un inesperado momento que pronto se convirtió en el centro de atención en las redes sociales. Durante la transmisión en directo del evento, un micrófono abierto reveló comentarios privados de comentaristas de 101TV que, sin saberlo, estaban siendo transmitidos a miles de espectadores en un intercambio que involucraba al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.
Este incidente tuvo lugar en un momento clave, mientras Moreno, junto con otras autoridades destacadas como el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Francisco Vélez, ofrecía declaraciones a la prensa sobre el significado y la importancia del congreso. Los comentaristas, creyendo que sus micrófonos estaban apagados, hicieron observaciones poco favorables sobre la omnipresencia de Moreno en el evento y la cobertura mediática, comentarios que rápidamente hicieron eco en Twitter, generando un aluvión de reacciones entre los usuarios de la plataforma.
Este episodio, lejos de pasar inadvertido, captó la atención del público virtual que no tardó en hacer de los comentarios virales uno de los temas más discutidos de la procesión. Este hecho destaca cómo los errores no programados pueden alterar la percepción de un evento cultural y religioso significativo, transformando un momento de reflexión en motivo de debate y chascarrillos en las redes.
La cobertura de la Procesión Magna por parte de Canal Sur y la difusión gratuita de la señal a medios locales como 101TV pretendía ofrecer un enfoque diverso y enriquecedor sobre la clausura del congreso. No obstante, el incidente puso de manifiesto los desafíos técnicos y las responsabilidades comunicativas que conlleva la retransmisión de eventos en directo. Más de 40 profesionales de Canal Sur se desplegaron a lo largo de Sevilla para capturar el evento desde múltiples perspectivas, subrayando el compromiso de la cadena con ofrecer una cobertura de calidad, respetando los derechos de propiedad intelectual e imagen vinculados al evento.
Aunque la intención era celebrar y proyectar internacionalmente la riqueza cultural y religiosa de Sevilla, el desliz causó un giro inesperado, añadiendo un toque cómico a lo que era una jornada de devoción y fraternidad. Este incidente demuestra cómo el dinamismo de la transmisión en vivo puede ofrecer momentos impredecibles que, en ocasiones, se convierten en el principal tema de conversación, eclipsando incluso el propósito central del evento en sí.