En un acto que ha sembrado el terror y la consternación en la comunidad judía, una sinagoga en un municipio cercano a Melbourne ha sido blanco de un incendio deliberado en las primeras horas de este viernes, dejando al menos una persona herida. La Policía del estado de Victoria, Australia, está actualmente en la búsqueda de los responsables, identificados como dos personas enmascaradas que fueron avistadas por fieles del templo Adass Israel en Ripponlea, arrojando combustible al edificio antes de prenderle fuego.
Según informes de la policía y testimonios de testigos, los equipos de bomberos fueron alertados sobre el siniestro poco después de las 04.00 horas (hora local). Al llegar al lugar, se encontraron con un voraz incendio que no solo causó importantes daños a la estructura sino que también resultó en lesiones para una de las personas que se encontraban en el interior de la sinagoga. Para controlar las llamas, fue necesario el despliegue de 17 vehículos de bomberos y la participación de 60 efectivos.
Benjamin Klein, miembro de la junta directiva del templo afectado, narró los momentos de horror vividos, describiendo cómo se oyeron golpes en una puerta antes de que arrojaran líquido inflamable al interior, provocando que las pocas personas dentro de la sinagoga tuvieran que huir por una puerta trasera. Lamentablemente, una de ellas resultó con quemaduras.
Este acto ha sido calificado por las autoridades como deliberado, aunque aún se investigan los motivos detrás de este crimen. «Creemos que ha sido intencionado. Lo que no sabemos es por qué, y llegaremos al por qué», afirmó el inspector de Policía Chris Murray, asegurando que la policía está tomando el incidente con la seriedad que amerita y se compromete a aumentar las patrullas en la zona para garantizar la seguridad de la comunidad.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, expresó su consternación ante este acto de violencia que busca infundir miedo en la comunidad judía, condenando el suceso como un claro acto de antisemitismo y de odio. «Esto es un atropello. La violencia, la intimidación y la destrucción de un lugar de culto es algo que nunca deberíamos ver en Australia», aseveró.
Este lamentable evento se suma a la serie de actos contra lugares de culto en distintos puntos del globo, recordándonos la importancia de mantenernos unidos contra el odio y la intolerancia en todas sus formas. Las investigaciones continúan en curso mientras la comunidad espera respuestas y acciones concretas para evitar que se repitan tales actos de violencia.