El Gobierno de Castilla-La Mancha ha implementado una serie de incentivos fiscales y económicos para fomentar la creación de empresas en zonas despobladas de la región. Estas medidas están recogidas en la Ley de medidas económicas, sociales y tributarias contra la Despoblación y para el Desarrollo del Medio Rural en Castilla-La Mancha, que ha estado en vigor desde el año 2021.
Según el comisionado del Reto Demográfico de Castilla-La Mancha, Jesús Alique, estas medidas de «discriminación positiva» buscan hacer que los pequeños municipios sean atractivos para la inversión, lo que a su vez conlleva a la creación de empresas y proyectos de emprendimiento que ayudan a fijar la población en estas áreas.
Entre las medidas destacadas se encuentra la reducción de hasta el 75 por ciento del impuesto de transmisiones patrimoniales en la adquisición de inmuebles para establecer un negocio, así como un incremento de hasta un 40 por ciento en las ayudas a empresas radicadas en zonas despobladas.
Durante una jornada de ‘Líneas de ayuda a emprendedores’ en Molina de Aragón, Jesús Alique informó que desde la entrada en vigor de la Ley se han otorgado más de 1.400 ayudas para la creación de empresas en zonas despobladas. En la provincia de Guadalajara, se han concedido más de 150 ayudas por un valor superior a los 170.000 euros.
Además, en la campaña de la Renta 2023, unos 10.000 contribuyentes de Guadalajara pueden beneficiarse de deducciones fiscales por residir en municipios despoblados, trasladar su residencia a estas zonas o por la adquisición/rehabilitación de viviendas en ellas. Esta medida fiscal diferenciada busca hacer frente al fenómeno de la despoblación en la región, beneficiando a más de 81.000 personas en la campaña de la Renta del año pasado.
En definitiva, estas políticas de incentivos fiscales y económicos buscan impulsar la actividad empresarial en zonas despobladas de Castilla-La Mancha, con el objetivo de revitalizar la economía local y frenar el éxodo rural en la región.
