Incendios forestales en el sur de California ponen en riesgo a más de 100,000 residentes

El incendio de Palisades se ha convertido en una catástrofe sin precedentes en el condado de Los Ángeles, amenazando la seguridad de aproximadamente 100,000 residentes en los exclusivos barrios de Brentwood y Encino. En respuesta a la creciente amenaza, las autoridades han implementado evacuaciones masivas, mientras las llamas han devastado más de 14,000 hectáreas y erradicado 12,000 infraestructuras hasta el momento.

Este incendio, el mayor de los seis que actualmente azotan la región, avanza inconteniblemente, alimentado por ráfagas de viento que ponen en peligro directo a varias propiedades de alto valor, incluidas las de conocidas celebridades y atracciones culturales importantes como el Getty Center y el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), ambos cerrados debido a la crisis.

Hasta ahora, el saldo humano de esta tragedia incluye 11 muertos y 13 desaparecidos, cifras que engrosan la sombra de dolor que ya cubre al condado. Además, en un esfuerzo por salvaguardar la zona, se han realizado 22 arrestos vinculados a delitos como saqueos y violaciones al toque de queda impuesto para garantizar la seguridad pública.

La calidad del aire en Los Ángeles ha caído a niveles críticos, lo que representa una emergencia de salud pública, con efectos dañinos a corto y largo plazo en la población, especialmente en cuanto a enfermedades respiratorias y cardiovasculares se refiere. A esto se suma el peligro que enfrentan los bomberos, quienes combaten el fuego en condiciones extremadamente adversas, con una contención que apenas alcanza un 11%, mostrando el desafío monumental que enfrentan.

La crisis ha tenido también un impacto significativo más allá de los límites del incendio. Un ejemplo de esto es el cambio de sede del partido de playoff de la NFL entre Los Angeles Rams y los Minnesota Vikings, que se ha movido a Glendale, Arizona. Además, se estima un lastre económico equivalente a 150,000 millones de dólares en pérdidas, apuntando a este incendio como el más costoso en la historia reciente.

Las investigaciones continúan para determinar la causa de estos incendios, que han puesto de rodillas a una de las zonas más prósperas y emblemáticas de California, dejando tras de sí un rastro de destrucción, pérdidas humanas y un llamado urgente a replantear la gestión de catástrofes y el cambio climático.

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