Este lunes, un insólito incidente ha avivado las ya tensas relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur. En un acto que parece sacado de una novela de espionaje, un globo lleno de basura lanzado desde Corea del Norte causó un incendio al aterrizar en el tejado de un edificio en Seúl, la capital surcoreana. Los bomberos, que rápidamente acudieron al lugar del suceso, lograron apagar las llamas sin lamentar víctimas.
El cuerpo de bomberos de Gangseo informó que el globo impactó alrededor de las 21:00 horas del domingo, en un edificio de cuatro plantas situado en el barrio que lleva el mismo nombre. Para sofocar el fuego, se movilizaron 15 camiones y 56 bomberos. La rapidez y eficiencia de los servicios de emergencia evitaron que el incidente escalara a mayores proporciones.
La caída de este globo no es un hecho aislado. Según informes, Corea del Norte ha lanzado otros 120 globos hacia el sur entre el domingo y el lunes, lo que se inscribe en una campaña de lanzamientos que vienen desarrollando desde Pyongyang. Los globos han llegado a la provincia de Gyenggi, que rodea la capital surcoreana. Las autoridades han instado a los ciudadanos a estar alerta ante posibles caídas de más globos y a notificar de inmediato si localizan alguno.
Hasta el momento, el Estado Mayor Conjunto (JCS) ha analizado al menos 40 de estos globos, encontrando en su interior papeles, vinilos y botellas de plástico, sin rastro de sustancias nocivas para la salud. Pyongyang, por su parte, no se ha pronunciado sobre estos incidentes.
Esta práctica, según afirmaciones de las autoridades norcoreanas, es una respuesta al envío de material propagandístico por parte de desertores desde Corea del Sur. En un contexto de crecientes tensiones bilaterales, el sur ha retomado sus emisiones propagandísticas mediante altavoces a través de la frontera.
Este juego de ida y vuelta entre el norte y el sur mediante el uso de globos y la propaganda no hace más que aumentar la tensión en una península ya de por sí dividida y llena de desafíos diplomáticos y militares. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención, esperando que estas acciones no escalen a confrontaciones de mayor envergadura.