Al menos seis trabajadores han perdido la vida y otros siete se encuentran hospitalizados tras desatarse un voraz incendio en un edificio en construcción, parte de un complejo turístico en Busán, la segunda ciudad más grande de Corea del Sur. El suceso, que ha sacudido a la comunidad local y nacional, se produjo en las primeras horas de este viernes, afectando a un grupo considerable de obreros.
El fuego se declaró aproximadamente a las 10:50 de la mañana, hora local (2:50 hora peninsular española), en un momento en que dentro del inmueble se encontraban cerca de un centenar de trabajadores. Las llamas rápidamente envolvieron la estructura, lo que llevó a una respuesta inmediata por parte de los servicios de emergencia. Equipos de bomberos lograron rescatar a varias personas atrapadas, valiéndose incluso de helicópteros para evacuar a los que habían quedado confinados en partes altas del edificio. Entre los rescatados, catorce salieron ilesos, mientras que múltiples individuos más fueron evacuados en tiempo récord.
Según se ha reportado, los hospitalizados presentaban signos de parada cardiorrespiratoria en el momento del rescate, subrayando la gravedad de la emergencia. Las autoridades continúan revisando meticulosamente el edificio en llamas para asegurar que no queden trabajadores atrapados dentro. La Policía y el Gobierno local, colaborando estrechamente con los cuerpos de rescate, están trabajando para concretar el número total de afectados por el siniestro.
En respuesta a esta tragedia, el presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang Mok, no ha tardado en instruir una movilización total de recursos y personal para apoyar en las labores de rescate y contención del incendio. Choi ha enfatizado en la importancia de realizar una operación de búsqueda y rescate exhaustiva para prevenir más víctimas y ha pedido que se dé prioridad a la seguridad de los equipos de rescate durante el proceso.
Este devastador evento en Busán trae a la memoria recientes catástrofes a nivel global, evidenciando la importancia crítica de la seguridad en zonas de construcción y la respuesta rápida de los servicios de emergencia en circunstancias de desastre. A medida que la comunidad local e internacional observa y espera las actualizaciones, el pensamiento colectivo se centra en las víctimas y sus familias, con la esperanza de una pronta y completa recuperación de los heridos.