Agentes de la Guardia Civil de la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de Villalba de la Sierra, durante sus labores rutinarias de vigilancia en áreas de caza, se incautaron de tres dispositivos silenciadores diseñados para ser acoplados a rifles de caza mayor. Estas acciones son parte de los esfuerzos constantes dirigidos a garantizar la seguridad durante las cacerías.
Tal como informó el Instituto Armado en un comunicado de prensa, los dispositivos decomisados se utilizan con el propósito de amortiguar el sonido y minimizar el destello que se produce al efectuar un disparo. La captura de estos silenciadores es significativa ya que su uso en rifles de caza es ilegal en España, a menos que esté expresamente permitido para ciertos funcionarios en funciones específicas.
La legislación española es clara al respecto. El Reglamento de Armas (Real Decreto 137/1993) junto con la Ley 3/2015 de Caza de Castilla la Mancha prohíben la utilización de supresores de sonido en armas de fuego excepto en circunstancias muy particulares y con la pertinente autorización. La utilización de estos silenciadores representa un riesgo considerable tanto para la seguridad de las personas como para la fauna, ya que dificultan la detección de los disparos y pueden facilitar la práctica de la caza furtiva por la reducción del ruido que proporcionan.
Este dispositivo operativo de la Guardia Civil pone de manifiesto el compromiso continuo de las fuerzas de seguridad con la protección de la naturaleza y el cumplimiento de la ley, contribuyendo a prevenir actividades ilegales y prácticas de caza no reguladas que puedan poner en peligro tanto a las personas como al medio ambiente.