Incarlopsa redujo cerca de un 15% sus emisiones de CO2 equivalente en 2020

La compañía castellanomanchega Incarlopsa, líder en producción y elaboración de productos cárnicos porcinos, certificó por tercer año corrido, y en consonancia con su compromiso con un modelo para el desarrollo sostenible, su huella de carbono según la norma UNE EN ISO 14064-1:2012. Para conocer dicha huella, utilizó la calculadora del Ministerio para la Transición Ecológica de España y Reto Demográfico (MITECO), que a través de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), también autorizó por primera vez a la empresa a utilizar el sello que acredita el registro del volumen de emisiones de manera absolutamente voluntaria. De esta forma, Incarlopsa redujo el total de emisiones un 14,6% en 2020 en relación al año anterior, y se ubicó en las 48.160,9 toneladas de CO2 equivalente.

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El volumen total de emisiones que se reportaron en 2020 representa el 80% de las instalaciones de la empresa, mientras que las registradas en 2019 hacían referencia al 70%, manifestación de los esfuerzos que 33 viene realizando la compañía para reducir de forma progresiva el impacto ambiental.

El compromiso también se tradujo en un esfuerzo inversor que contribuyó a la reducción progresiva el impacto en el entorno derivado de la actividad de la compañía. Así, en 2020, Incarlopsa destinó 5,3 millones de euros a recursos medioambientales que minimizan el impacto, por lo que representa un impacto de alrededor del 2% en relación al ejercicio anterior. Además, a cierre de 2020, cerca del 90% de la producción total de Incarlopsa se ha fabricado en plantas con la certificación ISO 14001..

Innovación al servicio del medioambiente

El modelo de desarrollo sostenible a largo plazo de Incarlopsa está basado en la economía circular, donde la apuesta por la innovación, una gestión eficiente de los recursos energéticos y de los recursos naturales y la aplicación de la Regla de las cuatro “R” (reducir, reutilizar, recuperar y reciclar) en la gestión de los residuos desempeñan un papel fundamental.

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En 2020, Incarlopsa redujo su volumen total de residuos, un 1% hasta 12.339 toneladas, del que el 99,8% son residuos no peligrosos (papel, cartón, plástico, etc.) y cerca del 70% son valorizados.

En lo referente a envases, desde el departamento de I+D de la compañía se trabaja en una reducción progresiva de los materiales que son utilizados en los envases, al tiempo que se busca incorporar otros más sostenibles. y en la integración de criterios de economía circular para su diseño. Esto se traduce en la utilización de monomateriales para facilitar su reciclabilidad, la reutilización, principalmente, del embalaje intermedio, y en la reducción de gramajes y, por extensión, en la reducción del consumo de materiales.

Los resultados obtenidos con esta estrategia volvieron a ser reconocidos por un tercero independiente. Ecoembes certificó que, gracias al reciclado de envases, Incarlopsa ahorró la emisión de 3.909 toneladas de CO2e a la atmósfera en 2020, multiplicando por 2,73 veces este parámetro desde 2016.

A su vez, Incarlopsa puso en marcha un proyecto con el que pretende reducir su huella de carbono en 3.500 toneladas de CO2 al año, incorporando las tecnologías más innovadoras para este tipo de energía: paneles solares adhesivos que se fijan de manera directa en los tejados de los edificios.

El grupo confió en Endesa para la construcción de uno de los proyectos de autoconsumo de mayor relevancia en su sector y de España:9,6 MWp de potencia y 14,2 GWh de producción anual, que le permitirá cubrir una parte muy relevante de la energía necesaria en sus procesos productivos con energía limpia y renovable. Prácticamente el 100% de la energía generada por los 21.000 módulos fotovoltaicos contemplados en el proyecto será autoconsumida por los tres secaderos de jamones que Incarlopsa tiene en Castilla-La Mancha: Corral de Almaguer, Olías del Rey y Tarancón.

El consumo eléctrico total de la compañía en 2020 ascendió a152,3 millones de kWh, mostrando un aumento del 3,4%en el valor relativo a la producción.

Declaración de Huella de Agua para el 80% de las instalaciones de la compañía

En 2020, Incarlopsa certificó por primera vez su huella hídrica. La empresa realizó una Evaluación y Declaración de Huella de Agua (Water Footprint Declaration o WFD) de acuerdo a los requisitos de la norma: UNE-EN ISO 14046:2016. La WFD incluye en su análisis al 80% de las instalaciones de lncarlopsa a lo largo de un año, así como los impactos ambientales asociados de forma directa e indirecta a la fabricación y uso de los materiales y consumibles utilizados por la empresa para poder llevar a cabo su actividad. El objetivo es incorporar en el futuro las plantas situadas en Jabugo (Huelva) para cubrir el 100% de las instalaciones en los cálculos de WFD.

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En 2020, el consumo total de agua que Incarlopsa ha utilizado en su proceso productivo se ha situado en 1,3 millones de cúbicos, que representa un incremento del 9% respecto al año anterior debido al aumento de la actividad registrado en el ejercicio, si bien el consumo de agua asociado a producción ha incrementado solo un 5%, pasando de 3,54 m3 por tonelada producida en 2019 a 3,72 m3/t en 2020, lo que demuestra la capacidad de la compañía para racionalizar el consumo de este recurso natural.

Además, Incarlopsa tiene cuatro estaciones depuradoras de aguas residuales industriales (EDARI) que logran la reducción en un 99% las emisiones al agua de sustancias tóxicas, o que supongan un impacto de tipo ambiental. A su vez, el cálculo del impacto “Uso del Agua” realizado en la WFDestima que el 95% del agua consumida directamente en las plantas de Incarlopsa es devuelta al circuito del agua tras pasar por la depuradora correspondiente.

En 2020, se vertieron un total de 882.881 m3 de aguas residuales al alcantarillado público, que representa un descenso del 1,9% en relación a 2019 a pesar del aumento experimentado en la producción.

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