Los ediles de Medio Ambiente y de Infraestructuras del Ayuntamiento de Guadalajara, José Luis Alguacil y Santiago López, respectivamente, han proporcionado detalles sobre la implementación y la fase de práctica de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad, ubicada en la céntrica Plaza de España. La instauración de la ZBE no es una decisión opcional sino una respuesta al cumplimiento de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética, la cual exige su implementación en municipios con más de 50.000 habitantes.
La superficie afectada por la ZBE es de 718.000 metros cuadrados, bordeada por un perímetro específico que incluye vías principales como el Paseo Fernández Iparraguirre y la Avenida de Aguas Vivas, sin que estas calles se vean directamente afectadas por las restricciones de la ZBE. Según lo anunciado, el acceso estará permitido a vehículos que posean etiquetas otorgadas por la DGT, comprendiendo las categorías 0, ECO, B y C.
Para facilitar la transición hacia esta nueva medida, se hará un periodo de adaptación que durará hasta su imposición definitiva en 2025, cuando empezarán a aplicarse sanciones. Este intervalo servirá para informar y acostumbrar a los ciudadanos respecto al funcionamiento de la ZBE. Iniciativas como una campaña publicitaria ampliada, prevista para mayo, y un servicio de información disponible tanto en las oficinas del padrón como vía telefónica, forman parte de la estrategia comunicativa del Ayuntamiento.
Los residentes y comerciantes situados en la ZBE, así como sus trabajadores, gozarán de una exención de las restricciones. Las matrículas de los vehículos de quienes tienen su domicilio fiscal dentro de la ZBE serán registradas automáticamente en la plataforma digital del Ayuntamiento. Además, se podrán registrar otros vehículos con derecho a excepción en esta misma plataforma a partir del 1 de mayo.
Alguacil sostiene que la ZBE es un elemento crucial para lograr un centro histórico más accesible y saludable, confiando en que esta medida conllevará diversas mejoras en la calidad de vida de los guadalajareños. En consonancia, López ha recalado en que, aunque Guadalajara será pionera en la adopción de la ZBE, se han realizado intensos trabajos de planificación para que cada paso del proceso sea acompasado y beneficioso para los ciudadanos.
La Zona de Bajas Emisiones, que alberga al 8,75% de la población de Guadalajara, forma parte de una estrategia más amplia contenida en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, actualmente en exposición pública. Este plan considera mejoras en la infraestructura vial, la accesibilidad y la experiencia peatonal.
De igual forma, se han propuesto medidas adicionales como la creación de aparcamientos disuasorios y la revisión de las condiciones para el futuro contrato del transporte público, que en breves meses será establecido. Además, se adaptarán las áreas de estacionamiento regulado, apuntando a la completa supresión de las plazas blancas y la introducción de un sistema renovado de parquímetros con regulaciones diferenciadas para la ZBE y zonas periféricas.
Esta serie de medidas apuntan a un horizonte en el que la movilidad en Guadalajara se alinee con parámetros de sostenibilidad ambiental, mejorando significativamente la calidad de vida urbana y contribuyendo a la reducción de la huella de carbono de la ciudad.