Las Jornadas de Banco del Tiempo de Ciudad Real, que celebran su quinta edición, tienen como objetivo principal recuperar los lazos de vecindad y cercanía que se han perdido en las ciudades. Esta iniciativa busca promover un modelo de participación social que contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
El evento tuvo lugar en el Antiguo Casino de la ciudad y contó con la participación de numerosos voluntarios e interesados en la iniciativa. Durante las jornadas, se llevaron a cabo diversas actividades y se compartieron testimonios de voluntarios del Banco del Tiempo.
En la inauguración del evento, la concejal de Servicios Sociales, Aurora Galisteo, resaltó la labor extraordinaria que realizó el Banco del Tiempo durante la pandemia, brindando ayuda a las personas mayores en sus necesidades diarias. Asimismo, enfatizó la preocupación del Ayuntamiento por este colectivo y su calidad de vida.
Bajo el lema «una hora por tu hora», los voluntarios del Banco del Tiempo ofrecen sus conocimientos y habilidades, a cambio de recibir otros servicios que ellos requieran. Esto significa que una hora de una persona que plancha una camisa puede equivaler a una hora de asesoría jurídica proporcionada por un abogado voluntario.
Uno de los momentos más destacados de las jornadas fue la intervención del catedrático y profesor Alberto Sarasola, de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, quien presentó su tesis sobre los beneficios del Banco del Tiempo. Sarasola destacó que, según una comparativa científica, se puede apreciar cuantitativamente una mejora en la calidad de vida de aquellos que participan socialmente en este modelo de Banco del Tiempo.
Las actividades de las jornadas continuaron durante la tarde del viernes, con una exposición en la fachada del Antiguo Casino, talleres infantiles y, para cerrar el evento, una animada batukada a cargo de Tutraka.
En resumen, las Jornadas de Banco del Tiempo de Ciudad Real representan una importante iniciativa para recuperar la cercanía y solidaridad en las comunidades urbanas. A través del intercambio de servicios, los voluntarios no solo ayudan a las personas mayores en sus necesidades diarias, sino que también promueven una participación social activa que contribuye a mejorar su calidad de vida.