Carlos Velázquez, el alcalde de Toledo, anuncia el jueves la pronta finalización de un proyecto crucial para la sostenibilidad y salud ambiental de la ciudad: la puesta en marcha de una nueva estación de bombeo en los Cigarrales, un paso adelante en el plan ‘Vertidos cero’. Esta instalación, prevista para estar operativa a inicios de 2024, será clave para suprimir el cuarto punto contaminante del río Tajo, abordando de frente la protección de uno de los ríos más emblemáticos de España.
La noticia se dio a conocer durante el foro ‘El agua, clave del futuro y de la sostenibilidad en Castilla-La Mancha’, organizado por Aqualia y El Español-El Digital Castilla-La Mancha, con la presencia de distinguidas figuras como la presidenta de la Diputación, Conchi Cedillo, y Félix Parra, CEO de Aqualia. En este evento, que centró el diálogo en la gestión sostenible del agua y su papel en el desarrollo económico, el alcalde Velázquez recalcó el compromiso municipal con la mejora del río Tajo en su discurrir por Toledo.
Velázquez criticó la perdida de tiempo en debates políticos sobre trasvases y puso énfasis en la responsabilidad local de gestionar y proteger el recurso agua. Así, ha adelantado no solo la intervención en los Cigarrales, sino también la tramitación de una solución para la depuradora del campus de la Fábrica de Armas. Estos esfuerzos forman parte del plan integral de saneamiento que incluye la renovación de la depuradora del Polígono, garantizando así una alta calidad del agua devuelta al río.
En una clara muestra de actitud proactiva, el ayuntamiento aprobó recientemente una inversión de 1,3 millones de euros para la depuradora del Torcón, dentro del ambicioso proyecto ‘Take me to the river’. Este espera revitalizar las márgenes del Tajo mediante fondos europeos para mejorar su integración en la ciudad y su disfrute por parte de los toledanos.
Por su parte, Conchi Cedillo, destacó la importancia de una gestión hídrica conjunta y de calidad para el desarrollo de los municipios, poniendo el foco en la limpieza de acuíferos y ríos, así como en la prevención de catástrofes naturales, como las recientes DANAs que azotaron a la región. La Diputación ha destinado 10 millones de euros para la recuperación de los daños causados, mostrando un ejemplo palpable del compromiso administrativo.
Finalmente, desde la perspectiva del cambio climático, Félix Parra de Aqualia, incidió en la intrínseca relación del agua con el bienestar social y el desarrollo económico. Enfatizó la urgencia de prepararse para un futuro con menores precipitaciones en la Península Ibérica y propuso mejorar la eficiencia en el manejo del agua a través de la digitalización y economía circular, al igual que el impulso de las inversiones con colaboraciones público-privadas.
Este anuncio representa un importante paso hacia un Tajo más limpio y un firme ejemplo del papel activo de las autoridades locales en la gestión sostenible de los recursos naturales, así como en la adaptación a los riesgos climáticos inminentes.
