En diciembre, Castilla-La Mancha experimentó un notable incremento en la actividad inmobiliaria, con un aumento del 3,36% en la compraventa de viviendas en comparación con el mismo mes del año anterior. Esta subida contrasta con el pronunciado descenso del 15,62% registrado a nivel nacional, y marca el tercer mes consecutivo de crecimiento para la región, alcanzando un total de 1.845 transacciones. Este valor representa el cuarto mejor registro para un mes de diciembre en la serie histórica de la región.
El desglose de las operaciones revela que 1.757 correspondieron a viviendas libres, mientras que 88 se efectuaron sobre inmuebles de protección oficial. En relación con la antigüedad de las propiedades, 384 de las operaciones fueron de viviendas nuevas y el resto, 1.461, implicaban edificaciones usadas.
En total, el mes de diciembre cerró con 3.219 operaciones inmobiliarias que involucraban viviendas, que además de compraventas incluyeron 593 herencias, 65 donaciones y 1 permuta. Ampliando el foco, Castilla-La Mancha vio la transmisión de 5.760 fincas urbanas a través de distintas modalidades: 3.138 por compraventa, 983 herencias, 136 donaciones, 4 permutas y 1.499 transacciones de otro tipo.
En lo que respecta a fincas rústicas, el mes contó con 3.678 transmisiones, subdivididas en 1.548 herencias, 1.560 compraventas, 120 donaciones, 16 permutas y 434 operaciones de diversas índoles.
Comparativamente, Asturias lideró el crecimiento en la compraventa de viviendas con una subida del 12,74% en diciembre respecto al año anterior. Aragón la siguió de cerca con un incremento del 3,72%, y Castilla-La Mancha se posicionó con el 3,36%. Contrariamente, las mayores caídas se detectaron en las comunidades de Baleares, Madrid y el País Vasco, que presentaron disminuciones del 23,84%, del 21,73% y del 20,32%, respectivamente.
A nivel nacional, la tendencia no fue tan positiva, con una disminución del 15,62% en la compraventa de viviendas durante diciembre, culminando el año 2023 con un volumen total de 586.913 operaciones. Esto significa una reducción del 9,7% en comparación con 2022, rompiendo así con dos años de crecimiento significativo. El retroceso en el sector se debió a la caída en las operaciones de viviendas de segunda mano, que decrecieron un 10,8%, así como a la disminución del 4,8% en las compraventas de viviendas nuevas.