La protesta contra la masificación turística en Barcelona genera preocupación internacional
Los medios de comunicación de grandes potencias emisoras como Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos han destacado los ataques contra turistas ocurridos durante la protesta contra la masificación en Barcelona el pasado fin de semana. Los medios británicos alertan del creciente odio al turista en Barcelona.
Los turistas fueron rociados con pistolas de agua y recibieron insultos, mientras que hoteles y restaurantes fueron “precintados” por los protestantes. La marcha, con el lema “Decrecimiento turístico ya” y mensajes como “Tourism kills the city” y “Tourists go home”, ha generado rechazo entre empresarios, fuerzas políticas y buena parte de la sociedad catalana. Aunque el objetivo de la protesta es comprensible, las formas empleadas han sido ampliamente criticadas.
Reacciones de empresarios y autoridades catalanas
El presidente de la Asociación Catalana de Agencias (ACAVE), Jordí Martí, lamentó que la protesta proyectara una imagen negativa de la sociedad. Martí enfatiza la necesidad de abordar los problemas turísticos con seriedad y evitar el populismo. El Gremio de Hoteles de Barcelona también condenó los ataques, calificándolos de “inaceptables” y atribuyéndolos a un grupo limitado de ciudadanos con opiniones particulares.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, reaccionó rápidamente tras la protesta, comprometiéndose a limitar la masificación turística y sus efectos en la ciudad. Collboni planea eliminar más de 10.000 pisos turísticos para convertirlos en residenciales y aumentar el impuesto turístico a cuatro euros por noche.
Compromisos para gestionar el turismo
Collboni ha prometido suprimir miles de pisos turísticos y aumentar el recargo del impuesto turístico. También busca limitar el número de cruceristas que visitan la ciudad sin pernoctar, reforzando así los recursos para gestionar el impacto del turismo. Este enfoque busca equilibrar la economía turística con la calidad de vida de los residentes, tratando de reducir la fricción entre visitantes y locales.
Además, se ha planteado la creación de nuevas zonas reguladas para alojamientos turísticos, evitando la concentración excesiva en áreas residenciales. Se pretende promover un turismo más sostenible y menos invasivo, incentivando prácticas responsables tanto para turistas como para operadores del sector.