El reciente episodio de MasterChef Celebrity dejó a los espectadores con el corazón en la mano tras una jornada llena de sorpresas y emociones. Dos aspirantes, Rosa Benito y Alejo Sauras, se convirtieron en los protagonistas de una doble expulsión que tomó a todos por sorpresa, especialmente considerando que ambos eran competidores con ciertas ventajas.
La prueba consistió en la preparación de albóndigas en salsa, un platillo emblemático que suele resonar en las cocinas de todo el mundo. Rosa, tras ser la mejor en una prueba de exteriores, tuvo la tarea de asignar a sus compañeros los diferentes estilos de este plato, acentuando la competencia entre los participantes. Mientras tanto, los que observaban desde el balcón se encargaban de distribuir los tiempos de cocción, un detalle que resultó crucial en el desempeño final de los chefs.
Alejo Sauras, con 70 minutos a su disposición, se enfrentó a la presión de cocinar mientras otros, como Juanjo Bona y José Manuel Parada, contaban con menos de una hora. A pesar de la ventaja temporal, tanto Alejo como Rosa no lograron convencer al jurado, quienes criticaron fuertemente la calidad de sus platos. En un giro inesperado, los favoritos del público y de los jueces fueron los primeros en dejar la competencia, evidenciando lo impredecible que puede resultar este camino culinario.
Rosa Benito, conocida por su cercanía con el público y su historia en el mundo del espectáculo, fue la primera en recibir la noticia de su expulsión, seguida de cerca por Alejo, su compañero y amigo en la cocina. «La doble expulsión no me ha sorprendido, como no me sorprende nada de lo que sucede en este programa», comentó Alejo, reflexionando sobre su paso por el concurso y la sensación de haber fallado en un plato que había prometido mucho.
Rosa, por su parte, mostró una autocrítica sincera tras el desenlace. Admitió que no había hecho un buen trabajo, reconociendo con un tono de tristeza que «pensé que lo iba a vivir con más pena, pero es que, reconozco que lo he hecho fatal». Su incapacidad para replicar unas sencillas albóndigas en salsa, un reto que había escogido, sumó un matiz de ironía a su despedida.
Mientras la competencia avanza, el público se mantiene expectante, esperando quién será el próximo en salir y quiénes continuarán luchando por el título de MasterChef Celebrity. La cocina puede ser un lugar de gloria, pero también de desilusión, y en este episodio quedó demostrado de manera contundente.
