El Gran Wyoming ha dejado atrás su imagen de presentador de televisión para mostrar un lado más personal y vulnerable. En una reciente conversación con Gonzo, emitida en la nueva temporada de Salvados, el emblemático conductor compartió reflexiones que revelan su preocupación por el futuro político y social de España. “Si realmente el fascismo llega a ganar unas elecciones, yo lo voy a pasar muy mal”, declaró, mostrando su inquietud sobre el clima actual.
La charla, que tuvo lugar en la pantalla de laSexta, fue más allá de la sátira política que caracteriza a El Intermedio. En un momento introspectivo, Wyoming recordó la etapa difícil que vivió tras separarse de la madre de sus hijos. “Me separé y ellos se vinieron conmigo, y yo no llevaba bien hacer de policía”, admitió. Este comentario da cuenta de las dificultades que enfrenta un figura pública en su vida familiar, un tema habitual para muchos.
A medida que la conversación avanzaba, se hizo evidente que la relación con sus hijos es uno de los aspectos más valiosos de su vida. Wyoming, que reconoce haber tenido “mala conciencia” en momentos de su trayectoria profesional, subraya que gracias a su cercanía generacional, no ha experimentado un conflicto significativo con ellos. “Con mis hijos sí me voy de fiesta y les parece un planazo”, expresó, contrastando su propia infancia, marcada por la ausencia de su padre en actividades recreativas.
En este sentido, el Gran Wyoming se alejó del mito del humorista insensible y reveló un profundo sentido de la paternidad. Su historia, llena de matices y contradicciones, humaniza la figura de este comunicador que, a pesar de su éxito, también se enfrenta a las mismas preocupaciones y dificultades que muchos. En el balance de su vida familiar, el presentador se reafirma como un hombre que busca conectar, comprender y disfrutar de la compañía de aquellos a quienes ama.
Así, el reencuentro con Gonzo no solo sirvió para hablar de su trayectoria profesional, sino que se convirtió en un espacio para compartir sus temores, reflexiones y, sobre todo, su deseo de estar presente en la vida de sus hijos, una preocupación que resuena en el corazón de muchos padres de hoy.