En una serie de eventos que parecen sacados directamente de uno de sus propios programas, Iker Jiménez, el conocido presentador de ‘Cuarto Milenio’ y ‘Horizonte’, se enfrenta a una tormenta mediática que ha sacudido los cimientos de su ya de por sí polémica carrera. El último episodio de esta saga ocurrió este martes, cuando su canal de YouTube fue cerrado minutos antes de una esperada emisión en directo, un incidente que Jiménez no ha dudado en calificar como un «ataque bien planificado».
La cancelación del canal llega en un momento delicado para Jiménez, quien recientemente ha sido objeto de intensas críticas por su cobertura de la DANA que golpeó la Comunidad Valenciana. La presión ha sido tal que la retirada de publicidad por parte de la cadena ING de su programa ‘Horizonte’ solamente añadió más leña al fuego, interpretada por muchos como un símbolo del creciente descontento con el enfoque del comunicador.
Sin embargo, lejos de admitir la derrota, Jiménez encontró rápidamente una alternativa para emitir su programa, trasladando la transmisión a ‘X’ (anteriormente conocida como Twitter) y Facebook. En estas plataformas, no solo continuó la interacción con su audiencia sino que también participó en el canal de su amigo y compañero Ángel Gaitán, quien igualmente ha sido centro de atención mediática.
A través de ‘X’, Jiménez expresó su frustración y su percepción de los hechos, publicando una foto de un libro titulado «Enemigo público número 2», en lo que muchos han interpretado como una declaración de guerra contra aquellos que, en su opinión, buscan silenciarlo. El apoyo de sus seguidores no se hizo esperar, con su último directo alcanzando los 343.000 espectadores, una cifra que, pese a las circunstancias adversas, demuestra la sólida base de seguidores con la que cuenta el presentador.
Este contexto de adversidad ha llevado a Jiménez a tomar acciones insólitas. En un gesto de desesperación ante las continuas controversias, propuso a la cúpula de Mediaset una medida que, aunque no ha trascendido en detalle, sugiere el nivel de tensión al que se ha visto sometido. Sus palabras resuenan con fuerza en el ecosistema mediático español, evidenciando una lucha constante por mantenerse en pie frente a las críticas y los ataques.
El respaldo ofrecido por figuras como Pedro Baños, quien califica a Jiménez de «adalid de la verdad», y el apoyo público de otros profesionales de la comunicación demuestran que, a pesar de las polémicas, Iker Jiménez continúa siendo una figura polarizante pero indiscutiblemente influyente. Lo que depara el futuro para él y sus proyectos permanece incierto, pero lo que es claro es que no planea retroceder sin luchar.