Iker Jiménez, el conocido periodista y presentador de programas como Horizonte y Cuarto Milenio, nunca ha temido hablar claro y directo sobre temas que muchos evitarían. Durante una reciente entrevista para el medio digital Outdoor de Mediaset, Jiménez ha compartido reflexiones sobre su carrera, las críticas recibidas y su postura frente a ellas.
Con años de experiencia en la industria televisiva, Jiménez ha enfrentado una vasta cantidad de críticas, especialmente por abordar temáticas consideradas controvertidas o tabú. "Rápidamente, supe que no puedes ni debes gustar a todo el mundo. Sería terrorífico gustarle a alguna gente", expresó el presentador, indicando cómo ha desarrollado una piel dura frente a las opiniones adversas.
Sus declaraciones sugieren una resiliencia y un compromiso con su labor, sin importar las reacciones que suscite. Según Jiménez, otros profesionales no han sido capaces de manejar las críticas con la misma entereza. Algunas de estas, tan severas, que incluso figuras de alto perfil han pedido la suspensión de sus programas. Aun así, Jiménez afirma que estas demandas y comentarios negativos de políticos y ministros le son indiferentes: "Yo tengo que ir a lo mío y a la gente que me sigue".
El etiquetado político es otra área donde Jiménez se ha visto envuelto, siendo tachado de "facha" por sus opiniones. Lejos de amilanarse, el presentador desafía estas etiquetas mostrando una actitud desentendida frente a las mismas: "Si facha es no estar de acuerdo contigo, llámame facha. Me da exactamente igual", asegura, señalando su foco en la misión personal y el aprendizaje continuo.
Además, Jiménez compartió su perspectiva sobre el estigma que acompaña al periodismo de lo paranormal. A pesar de ello, recalca que su audiencia ha demostrado una lealtad significativa, incluso revelando que los contenidos puramente basados en el miedo tienden a disminuir la audiencia, contrario a lo que muchos podrían pensar.
Tras 20 años conduciendo Cuarto Milenio, Iker Jiménez se mantiene fiel a su estilo, enfrentando críticas y estigmas con la cabeza alta, consciente de que el apoyo de su audiencia es el verdadero barómetro de su éxito. Su carrera es un testimonio de resistencia frente a la controversia y la crítica, manteniendo siempre un compromiso inquebrantable con su visión y su público.