Iker Álvarez brilló en su debut con el Córdoba CF y abrió el debate sobre la portería pese a tener contrato hasta 2027
En un emocionante encuentro que terminó con un empate (2-2) entre el Córdoba CF y Racing de Santander, la atención se desvió de los goleadores habituales hacia un nuevo rostro: el portero Iker Álvarez. En su primera titularidad, el joven meta andorrano resultó ser un descubrimiento para la afición, mostrando una calma inusual en momentos de mayor presión. Su actuación fue tan destacada que los hinchas, con buen humor, comenzaron a bromear sobre la necesidad de extender un contrato que tiene vigencia hasta 2027. Sin embargo, el apoyo del público puede ser crucial, pues cuando un portero se gana a la grada, las fechas en el calendario pierden relevancia.
El desempeño de Álvarez no solo fue clave para obtener un punto, sino que reavivó una discusión en torno a quién debe ser el guardián de la portería blanquiverde. Hasta ahora, la figura de Carlos Marín había sido indiscutible durante cuatro temporadas, pero el partido de este debutante ha comenzado a cuestionar esa certeza. El cambio generacional suele ser un proceso delicado, pero en apenas noventa minutos, Iker Álvarez ha puesto en jaque el orden establecido.
Una apuesta que parecía innecesaria
el fichaje de Iker por el Córdoba había sido recibido con escepticismo en verano; se había renovado a Ramón Vila y Marín era el titular indiscutible. ¿Por qué abrir un melón que parecía cerrado? La dirección deportiva, sin embargo, entendió que la portería necesitaba más competencia. Álvarez, aunque parecía un lujo innecesario, ha demostrado ser la elección correcta; lo que inicialmente se percibía como un capricho, ahora se ve como una inteligente decisión.
La suplencia de Carlos Marín, capitán y figura emblemática del equipo, supuso un cambio notable. Con 146 partidos a sus espaldas con el Córdoba, Marín ha sido la voz de mando en la portería, pero ahora se enfrenta al desafío de una competencia real. Por su parte, Álvarez sobresalió en su debut con reflexos ágiles y un despliegue de tranquilidad que ha contagiado a sus compañeros. El encuentro hizo evidente que la portería del Córdoba CF ya no pertenece a un solo jugador, sino que se ha abierto a una sana contienda.
