Los sindicatos acusan a la multinacional sueca de realizar despidos masivos que afectan a trabajadores con más de 20 años de antigüedad y de reprimir el sindicalismo en medio de su crecimiento económico.
Los sindicatos de toda España han levantado la voz contra Ikea, acusando a la multinacional sueca de implementar prácticas laborales abusivas. Según los trabajadores, Ikea ha comenzado a despedir masivamente a empleados con más de dos décadas de antigüedad, justificando las salidas por “bajo rendimiento”. Sin embargo, los sindicatos ven en esto una estrategia de la empresa para sustituir a empleados veteranos por nuevos trabajadores con contratos menos favorables y menores costos para la compañía.
A pesar de los despidos, Ikea continúa con nuevas contrataciones, tanto en sus tiendas físicas como en su plataforma online, lo que ha generado aún más sospechas entre los sindicatos. Acusan a la empresa de reducir costes laborales a costa de los derechos de sus trabajadores más antiguos, quienes, por su antigüedad, disfrutan de condiciones más favorables.
Despidos y represión sindical en el centro de la polémica
Uno de los aspectos más preocupantes para los sindicatos es lo que consideran un ataque directo a los derechos laborales y al sindicalismo dentro de Ikea. Los representantes sindicales aseguran que han sido objeto de acoso y represalias por parte de la empresa, lo que ha generado un ambiente de tensión y desconfianza. Recientemente, un tribunal de Málaga condenó a Ikea por discriminar a una trabajadora y violar sus derechos sindicales, pero esta sentencia no parece haber detenido las prácticas de la multinacional.
Los sindicatos denuncian que la empresa busca debilitar la fuerza sindical, eliminando a trabajadores con mayor antigüedad y dificultando la organización sindical dentro de sus instalaciones. Esta situación ha hecho que se enciendan las alarmas en todo el sector, pues temen que este sea solo el principio de una serie de acciones para desmantelar los derechos laborales en Ikea.
Una estrategia empresarial para reducir costes
La pregunta que muchos se hacen es por qué Ikea, una empresa con grandes beneficios económicos, se encuentra en medio de esta crisis laboral. Los sindicatos creen que la multinacional sueca está siguiendo una estrategia empresarial para reducir costes laborales, despidiendo a empleados veteranos para reemplazarlos por nuevos trabajadores con contratos más precarios. Este tipo de tácticas, vistas ya en otras multinacionales, se basan en la eliminación de trabajadores con mayores derechos adquiridos para contratar personal más barato y con menos ventajas laborales.
En este contexto, la preocupación de los sindicatos es que Ikea esté debilitando intencionalmente la fuerza de trabajo sindicalizada y presionando a los empleados para aceptar condiciones laborales menos favorables. Los despidos masivos y el acoso sindical se interpretan como parte de una estrategia más amplia para transformar su plantilla en un grupo de trabajadores con menos derechos y mayor vulnerabilidad.