El Diario Oficial de Castilla-La Mancha ha publicado recientemente el Acuerdo de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes por el cual se declara la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Olmos, en Torre de Juan Abad (Ciudad Real), como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento.
Este acuerdo destaca que la iglesia, en sus inicios, fue una pequeña capilla rectangular que ya existía en 1243. Fue construida en la parte más alta del pueblo, sobre una gran lonja arbolada, por la Orden de Santiago. En los frontones del templo se puede observar la cruz-espada característica de los caballeros santiaguistas.
Uno de los aspectos más destacados de esta iglesia es la gran diferencia de altura entre el presbiterio-crucero y el cuerpo principal, así como la diferencia entre la fábrica de la iglesia y la de la torre, lo cual indica que hubo varias fases constructivas. El edificio consta de una nave única y una amplia cabecera, cuyo diseño sigue el proyecto del siglo XVI pero fue interrumpido por cuestiones económicas, continuando en el siglo XVII en su cuerpo de iglesia, de menor tamaño.
La cabecera de la iglesia representa un avance en la arquitectura del Campo de Montiel en ese momento. Destaca por cubrir el espacio poligonal del ábside con un ochavo casetonado de tradición renacentista, sostenido por trompas y columnas de orden corintio.
En cuanto al cuerpo de la iglesia, presenta una nave única cubierta por una bóveda de cañón con arcos fajones que descansan sobre pilastras toscanas. Lamentablemente, debido a una mala restauración, estas pilastras están descarnadas, lo que ha causado un deterioro espacial y visual en la nave. En la parte frontal se encuentra el coro y la tribuna que alberga el órgano.
La iglesia se divide en cuatro tramos que están cubiertos por bóvedas formadas por ojivas, sostenidas por pilares que se alzan sobre bases poligonales. La nave principal está prácticamente orientada en dirección Este-Noreste, siguiendo la tradición de la época de ubicar las cabeceras de las iglesias hacia el nacimiento del sol.
El presbiterio tiene una planta pentagonal y está reforzado por seis grandes contrafuertes escalonados, rematados con pináculos piramidales, algunos coronados con esferas y otros con cruces de hierro. Tanto los muros como los estribos están construidos con sillares de piedra, cortados y ensamblados regularmente. Las ventanas presentan una decoración de cadenas de espejos similares a las utilizadas en Andalucía por la escuela de Vandelvira. En el interior, el presbiterio está cubierto por la misma bóveda de cañón nervada.
Dentro de la iglesia se encuentra el retablo mayor, que es de estilo manierista (una transición entre el renacimiento y el barroco), está realizado en madera dorada y policromada y fue obra del maestro Francisco Cano en 1589. El retablo consta de tres calles, tres cuerpos centrales y dos laterales, con alternancia de frontones curvos y triangulares. En la parte superior del retablo hay un elaborado artesonado de madera tallada y decorada.
El diseño del retablo se establece a través de pilastras adosadas a los muros de carga, con un orden toscano ejecutado sobre un plinto. Las bóvedas, arcos y pilastras están construidos con sillar o sillarejo para reforzar los muros. Las trazas barrocas exigieron la cubrición con bóvedas de piedra, ocultando la estructura de la techumbre de la cubierta. Las bóvedas se iluminan a través de lunetos que se abren entre los arcos y se muestran adintelados al exterior.
En resumen, la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Olmos en Torre de Juan Abad es un Monumento de gran valor arquitectónico y cultural. Su diseño y estructura reflejan diferentes fases constructivas y estilos artísticos, desde el renacimiento hasta el barroco. Con su declaración como Bien de Interés Cultural, se reconoce su importancia y se garantiza su conservación para las generaciones futuras.
