En un emotivo acto de conmemoración, el presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde, ha rendido homenaje junto a otras autoridades y ciudadanos a las 193 víctimas mortales y los miles de heridos de los atentados yihadistas que tuvieron lugar en Madrid el 11 de marzo de 2004. El acto tuvo lugar esta mañana y contó con la presencia del alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, así como de otros miembros de la Corporación municipal y representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Miguel Ángel Valverde, quien ha participado en años anteriores respondiendo a la invitación del grupo popular en el consistorio municipal, insistió en la importancia de recuperar el consenso y la concordia en la vida pública como forma de homenajear a las víctimas del 11-M. Aludió a las palabras de la primera alcaldesa de la provincia, Silvia Murillo, que abogó recientemente por la necesidad de tender puentes y encontrar acuerdos como en los inicios de nuestra democracia.
En su discurso, Valverde hizo referencia a la polarización política que comenzó en 2004, subrayando la necesidad de un esfuerzo conjunto para reconducirla y superarla. Subrayó la unidad imprescindible ante la lucha contra el terrorismo yihadista, una amenaza que persiste veinte años después y que busca alterar la democracia y el estado de derecho en España.
También recordó un hecho significativo en la provincia de Ciudad Real durante la pandemia: la desarticulación de una célula terrorista en Bolaños de Calatrava. Este suceso fue un recordatorio de la importancia de estar preparados ante las amenazas desconocidas y de la experiencia acumulada que España ha podido compartir con otros países.
Las autoridades presentes, entre las que se contaban la delegada de la Junta de Comunidades, Blanca Fernández, las vicepresidentas de la Diputación, Milagros Calahorra y María Jesús Pelayo, el vicepresidente Adrián Fernández Herguido y el diputado provincial José Manuel Bolaños, leyeron un manifiesto elaborado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) con motivo del 20 aniversario de los atentados.
El acto culminó con un simbólico gesto de paz y recuerdo. Los asistentes, que incluyeron a un nutrido grupo de personalidades locales y nacionales, depositaron claveles blancos en la corona colocada al pie del monumento en memoria de las víctimas de los atentados del 11-M situado en el Parque de Atocha de la capital. Este gesto simbolizó el respeto, el recuerdo y la solidaridad con las víctimas y sus familiares y el compromiso colectivo frente al terrorismo y por la convivencia en paz y libertad.