El homenaje a las víctimas de la Guerra Civil enterradas en la fosa de Pajaroncillo se llevará a cabo el próximo 25 de mayo, de acuerdo con lo comunicado por Paco Cantero a Europa Press. Cantero, quien es familiar de una de las víctimas, también ha informado que la construcción del monolito que rendirá tributo a los fallecidos comenzará a mediados de abril en el cementerio de la localidad conquense.
La empresa Mármoles Granero será la encargada de levantar este monumento, cuyos costos serán cubiertos gracias al apoyo financiero de la Universidad de Castilla-La Mancha. El nombre de cada uno de los 47 individuos que yacen en la fosa será inscrito en la estructura. Estas personas, que proceden de diez comunidades autónomas distintas, fallecieron en el hospital militar de El Cañizar, que se estableció en la región durante el conflicto bélico, incluyendo la tragedia de un niño que murió al explotarle un artefacto que encontró.
Cantero ha expresado que, aunque este acto representa un significativo reconocimiento, la lucha por recuperar los cuerpos no cesará: «Todo esto no implica que en el futuro sigamos reclamando sus cuerpos, el levantamiento de dicha fosa y encontrar los cuerpos de nuestros familiares». Esta tarea, señala, sigue dependiendo del apoyo gubernamental y de la consecuente subvención estatal.
El deseo de trasladar a los fallecidos a sus lugares de origen divide a las familias de las víctimas. Mientras dos de ellas quieren llevar a sus muertos a sus comunidades de origen, el resto prefieren que los restos permanezcan en el cementerio para descansar bajo el monolito que será revelado en breve.
El hospital de El Cañizar, que fue administrado por el médico anarquista Pedro Vallina, cuyas memorias describen la historia de este nosocomio, estuvo operativo hasta finales de 1939 en una finca rústica situada en el término de Pajaroncillo, que recibe el mismo nombre que el hospital.
Finalmente, es de recordar que la fosa 2.652, donde descansan los fallecidos de El Cañizar, se geolocalizó en 2021 tras los esfuerzos de exhumación realizados por La Gavilla Verde. Este grupo se dedica a la recuperación de la memoria histórica en la provincia de Cuenca y ha sido clave en los trabajos de identificación y reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil en la región.
