La ciudad de Cuenca ha rendido un sentido homenaje este sábado a dos figuras icónicas de la música local, Herminio Carrillo, padre e hijo, con un acto conmemorativo en el cual se ha develado una placa junto a la Iglesia de San Miguel, en el lugar que era punto de encuentro para sus ensayos y melodías. Este emplazamiento ahora llevará el nombre de ‘Rincón de los músicos Herminio Carrillo e hijo’, perpetuando su legado en las calles conquenses.
La ceremonia estuvo encabezada por la viuda y madre de los homenajeados, Consuelo, y contó con la presencia prominente del alcalde de la ciudad, Darío Dolz, y la concejal de Cultura, María Ángeles Martínez, así como la figura destacada del cronista oficial de Cuenca, Miguel Romero. A estos se les unieron diversos miembros de la Corporación municipal, familiares, amigos y antiguos compañeros de los homenajeados, incluyendo a los miembros del grupo ‘Tiruraina’, conjunto fundado por Carrillo, así como a integrantes de otras agrupaciones del folclore típico de Cuenca.
El ambiente del evento estuvo cargado de emoción y, aunque las lágrimas hicieron acto de presencia, los convocados subrayaron que el júbilo debía predominar, en honor a los deseos que habrían tenido los músicos, tal como informó la nota de prensa del Ayuntamiento.
Durante el acto, el alcalde Dolz rememoró la figura de Herminio Carrillo, reconociendo su esencial contribución a la cultura local: «durante toda su vida se dedicó a realizar una labor clave para la creación y difusión de la música tradicional y el folclore, dejando un recuerdo imborrable en la mente de todos los conquenses». Dolz concluyó afirmando que los Carrillo no solo vivirán en el recuerdo, sino también en este Rincón recién bautizado.
Los tributos a Herminio Carrillo y su hijo comenzaron con una semblanza de su trayectoria, presentada por Miguel Romero. Las palabras de Consuelo, impregnadas de emoción, marcaron el momento cúspide del homenaje. Complementaron el acto discursos de varios amigos y la interpretación de diversas piezas musicales que reflejaron la esencia del folclore que ambos representaron.
El evento alcanzó su clímax con la revelación de la placa conmemorativa, tras lo cual el alcalde Dolz entregó una réplica de esta a Consuelo, como un gesto simbólico y un recuerdo tangible de este día emotivo y significativo para la cultura de Cuenca.