El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha expresado en su reciente visita al centro de producción de Mahou San Miguel que el enfoque del sector turístico debe cambiar. Según Hereu, «cada vez interesa menos el récord de turistas desde el punto de vista cuantitativo». En lugar de centrarse únicamente en los números, ha abogado por un crecimiento enfocado en la «calidad y diversidad» de la oferta turística.
Hereu destacó que este verano se espera que los datos de visitantes superen a los del año 2023, que ya se considera un récord histórico. En sus declaraciones, el ministro hizo hincapié en que el aumento en el número de turistas debe ir acompañado de una mayor «inyección de los viajeros internacionales» en términos de gasto, lo que implicaría un impacto más positivo en la economía de los destinos.
«Es evidente que en 2024 tendremos una cifra superior al 2023», señaló, añadiendo que el objetivo principal es un crecimiento en la calidad y la diversificación de los productos turísticos. A su juicio, es esencial fomentar la desconcentración de destinos y redistribuir el flujo de visitantes a lo largo de los meses y en diferentes regiones del país, ya que algunas zonas están comenzando a experimentar saturación durante los meses de julio y agosto.
Hereu también mencionó que la desestacionalización y la desconcentración turística son realidades cada vez más visibles, y enfatizó la necesidad de cuidar la sostenibilidad social, ambiental y económica. Según él, esto representa «una gran oportunidad» para regiones como Castilla-La Mancha, que poseen una amplia diversidad en sus valores turísticos.
